Han pasado casi dos décadas para ver una exhibición de primera clase en el Trofeo Joan Gamper. En 2005, un joven Lionel Messi salió a comerse a la Juventus. Jugando como extremo por derecha, enloqueció a los centrales italianos con sus jugadas de fantasía. Si bien no marcó, dio una asistencia y terminó consagrándose como el futuro y, posteriormente, mejor jugador en la historia del Barcelona. Exactamente 18 años despúes, Lamine Yamal, un delantero que apenas le ha dado 16 vueltas al sol, ha recogido el guante del argentino para brillar en Montjuic.
En el duelo ante el Tottenham, Yamal, como Messi ante Fabio Cannavaro y Gianluca Pesotto, he brillado con unas jugadas que terminaron en tres goles del Barcelona a los ‘Spurs’. Para suerte de Xavi Hernández, no ha habido en el Estadio Lluis Companys, un Fabio Cappello que pida el préstamo de la ‘joya’ azulgrana.