En un partido de locura, el Barcelona con dobletes de Lewandowski y Raphinha goleó al Villarreal para sumar su sexta victoria consecutiva en LaLiga
BARCELONA -- El Barça no se baja de la nube en LaLiga... Suma de tres en tres, ya en seis jornadas, y sigue goleando. Una semana después de meterle cuatro al Girona en Montilivi, metió cinco en La Cerámica, destrozando a un Villarreal que le plantó cara hasta donde le alcanzó el fútbol y acabó rendido a la contundencia de un líder de hierro. Un 1-5 excepcional.
Un líder de hierro, poderoso y se antoja, de momento, inalcanzable e intocable en el campeonato. Y que, además supera las desgracias, de momento también, con una solvencia que sorprende a la propia empresa. La cara de Deco en el palco de La Cerámica cuando Ter Stegen era retirado en camilla era un auténtico poema.
Y esperando a confirmar los peores augurios, sus compañeros, en un ejercicio sobresaliente, no solo salvaron la victoria. Más aún, acabaron por hundir al animoso, pero inferior, Submarino amarillo.
Lewandowsmki metió otros dos goles (ya suma seis en seis jornadas) y falló un penalty que señaló el VAR sobre Lamine Yamal, minutos después de que ni árbitro ni VAR quisieran ver otro claro a Raphinha, quien se apuntó otro doblete en una fiesta agridulce por la lesión del capitán pero que, por encima de todo, mostró la bestialidad de este líder.
Puede que tenga, ya se verá, problemas en Europa, pero en LaLiga suma 22 goles y sus tres últimos encuentros los ha sentenciado con goleadas sensacionales. Y, más aún, contemplando como a cada problema ha encontrado Hansi Flick una solución perfecta.
La última nota la dio este domingo Pablo Torre, sustituto de Marc Casadó en la alineación para dar descanso al mediocentro catalán y que se convirtió en protagonista destacado. Primero regalando una asistencia mágica a Lewandowski para lograrse el 0-1 a los 19 minutos y después, ya en la segunda mitad y cuando más sufría el Barça para mantener su renta anotando el 1-3 con un magnífico disparo cruzado desde fuera del área.
El Villarreal contempló como el VAR le anulaba primero un gol a Ayoze y después otro a Barry... Pero por encima de todo eso contempló como el Barça de Flick no solo se recuperó de la derrota en Mónaco; más aún, convirtió su regreso a LaLiga en un nuevo festival. De juego, intensidad y goles.