Francia demostró de nueva cuenta por qué es candidata a ganar la Copa del Mundo. Se impuso 3-1 a Polonia con un futbol vertical, de toque preciso y sobre todo, contundente, así sellaron su pase a los cuartos de final.
Las lesiones que mermaron el plantel del conjunto galo generaron dudas respecto a lo que podían hacer en el Mundial. Dejaron piezas importantes, que han marcado historia en el futbol, pero desde el arranque han mostrado el talento, pese a que se vieron sorprendidos por Túnez en el último duelo de la fase de grupos, pero hay que recordar que tomaron el riesgo de jugar solo con suplentes.
Pero sabían que en la segunda fase no se puede dudar, y con aplomo salieron ante una escuadra polaca que les complicó gran parte del partido.
Desde el primer minuto del encuentro, ambos equipos mostraron su potencial. Uno y otro buscaban la portería contraria, pero no conseguían marcar, algunos por tiros desviados, otros más por el rechace de los arqueros.
Fue hasta el 44' que Oliver Giroud abrió el marcador con un tiro de zurda. Ese rato que lo puso como el máximo goleador de Francia, por encima de Thierry Henry, que se quedó con 51 (en 125 duelos), mientras que el actual '9' de los "blues" registra 52 en 116 partidos.
Un tiro de Kylian Mbappé pasó muy cerca de la portería, pero fue desviado. En el tiro de esquina cobrado, el balón terminó con un gol anulado.
Al 65' Giroud tuvo la oportunidad de sumar otro tanto a su registro, pero el balón no llegó al lugar deseado.
Y al 75' llegó el segundo para el cuadro galo, un tiro en el área grande que no alcanzó el portero poco. Un golazo que hizo vibrar a los franceses.
Francia dominaba, incluso antes del segundo tanto, el cuadro polaco se apagó.
Todavía en los últimos minutos de encuentro, Mbappé consiguió el tercero del encuentro. Otro gran gol.
La última jugada del duelo fue un penal a favor de Polonia, que cobró de buena manera Robert Lewandowski, que al fin concretó.