En la historia del futbol hay muchas historias curiosas, pero el caso de Will Still es muy particular.
En el 2022, Reims, de la Liga de Francia, contactó a Still para ser asistente de su nuevo técnico Óscar García, pero la gran sorpresa llegaría con la destitución del entrenador en octubre de ese año.
A sus 30 años, asumió el cargo, primero de manera interina y tras una buena racha de cinco partidos sin perder, aseguró el puesto para el resto de temporada. De esta forma, se convirtió en el entrenador más joven de las cinco grandes ligas de Europa.
¿Pero qué es lo curioso? Que Still no cuenta con una preparación como técnico, al menos no, de manera convencional.
La verdadera pasión del técnico de origen belga era jugar Football Manager, un famoso videojuego de futbol. De pequeño, Still se pasaba las noches jugando junto a sus hermanos, tanto, que su madre les prohibió jugarlo. Y en eso basó su preparación profesional.
Pero eso no significó un problema. Desde que asumió su cargo, hubo dos pruebas de fuego: primero, visitó al PSG a finales de enero y salió con un empate a uno; el segundo, fue la victoria de la semana pasada contra el Mónaco, resultado con el que ligó cinco partidos sin perder.
En la primera ronda de la competencia, aún le quedan dos rivales complicados: enfrentará al Olympique de Marsella el 19 de marzo visitará al Nantes el 2 de abril.
El no tener una licencia UEFA PRO provocó una multa para el equipo francés de 25 mil euros por cada partido que Still se siente en el banquillo, cifra que al momento asciende a los 425 mil euros.
Ahora, el belga está estudiando y se encuentra cerca de obtener la licencia que requiere la Ligue 1, pero hasta que llegue el momento seguirá siendo uno de los casos más peculiares que nos puede dejar este deporte.
DAO