Vistiendo los colores del FC Barcelona, Neymar llegó a ser uno de los mejores jugadores del mundo. Goles, asistencias, gambetas. El brasileño sacaba tanto fútbol del sombrero de mago que llevaba que hasta se sentó a comer en la misma mesa que Lionel Messi y Cristiano Ronaldo. Lamentablemente para sus intereses, todo eso forma parte de un pasado que hoy está muy lejos de volver a vivir. Su nivel ha caído tanto, producto de las lesiones, que, tras el inicio de la pretemporada 2023-24, en el PSG ya quieren venderlo en este mercado de fichajes.
Y es que el primer día de trabajos al mando de Luis Enrique ha arrojado que el estado físico de Neymar no está para reventar cohetes. No juega un partido oficial desde el pasado mes de febrero y las consecuencias saltan a la vista, por lo que su futuro en PSG no está asegurado.