Hace décadas se decía que la Eurocopa era un mundial sin Brasil y Argentina. Aunque el dicho pecase de reduccionismo y fuera incapaz de predecir los buenos mundiales que han tenido selecciones como Marruecos, Corea del Sur o Turquía, tiene en el fondo algo de verdad: hay 4 o 5 países europeos que se mantienen en un nivel muy alto de juego desde hace muchas décadas, por lo que su confrontación, sobre todo cuando acaba la fase de grupos, es un espectáculo maravilloso.
PERFIL: En el nombre del hijo: Bellingham, la reina y el héroe; la familia que lo inspira a convertir en oro todo lo que toca
De todas ellas, hay dos favoritos claros: Inglaterra y Francia. El pronóstico es de Opta, la empresa de análisis de data, pero se sustenta en hechos concreto: el cuadro inglés es un conjunto que se beneficia del éxito del Manchester City, con Stones, Walker y Foden en buen nivel, a quienes se suman las nuevas estrellas como Palmer, Saka, Rice y Bellingham, a quienes acompaña un guerrero en forma como Harry Kane; los galos, por su parte, cuentan con Kylian Mbappé, que en cada partido de selección anota o asiste por lo menos una vez, quien lidera una pléyade de estrellas que lo han ganado todo o casi, entre las que destaca Giroud, Griezmann, Camavinga, Kanté, Kolo Muani, Barcola, Fofana… La paradoja es la siguiente: Inglaterra nunca ha podido ganar la Euro, mientras que Francia mira atrás y ha ganado lo que ha querido bajo la dirección de Deschamps. Será bueno saber si esta vez vencerá el hambre o si la profundidad de la plantilla francesa alcanza para seguir celebrando.
A ellos se unen tres selecciones potentes: Alemania, España y Portugal.
El dueño de casa empezó arrollando al seleccionado escocés en su debut. De la mano de los cracks jóvenes como Wirtz y Musiala, los germanos buscarán salir campeones de la Euro después de 28 años.
Con buen juego y ataque contundente, los españoles no tuvieron problemas en reducir a Croacia, último semifinalista del Mundial que no ha podido desprenderse de ídolos como Modric, que están llegando a la última etapa de su carrera.
El vigente campeón de Europa empezó perdiendo, pero remontó para lograr sus primeros tres puntos en el certamen. Buscarán defender su corona.
Un gran primer tiempo en el que anotaron el único tanto del partido; sin embargo, una segunda mitad muy por debajo del rendimiento. Tienen a Bellingham, un crack que podría marcar época, pero Inglaterra sigue siendo una promesa que no logra concretarse.
Alemania tiene la ventaja de la localía y una columna vertebral impecable con Neuer, Rüdiger, Kroos y Havertz. Acompañan Musiala, Wirtz y Sané, por si hiciera falta talento. Sin embargo, Nagelsmann aún necesita convencer. Los españoles afrontan un proceso de recambio y, salvo sorpresa, deberían ver este torneo como una forma de asentar un conjunto que tiene aciertos (Olmo, Yamal, Williams) y dudas (Morata, Le Normand, Cucurella); será bueno saber hasta dónde los puede llevar Luis de la Fuente. Sobre Portugal, un mediocampo extraordinario, quizás el mejor del torneo, con Dalot y Cancelo por las bandas, y Fernandes y Neves de interiores; delante de ellos Bernardo Silva o Joao Felix hacen de 10 a Ronaldo y Leao; Palhinha y Vitinha son opciones de lujo para iniciar o alternar. El problema para los lusos está atrás, donde dependen de un veterano Pepe que ha apagado demasiadas velas (41 años).
A Italia todavía hay que encontrarle un sistema (ojo con Scamacca), Bélgica dependerá mucho de cómo rinda De Bruyne, mientras que Países Bajos sufrirá mucho la ausencia de Frenkie De Jong. No se debe descartar lo que pueda hacer Croacia, que busca un canto de cisne de Modric, y finalmente está la posibilidad de que se imponga un “tapadito”, algo que no es ajeno a estas lides (Dinamarca en 1992, Grecia en 2004). ¿Por qué no una Suiza liderada por Xhaka?