Pudo ser un desgracia. Kortney Hause, jugador del Aston Villa de la Premier League, protagonizó un terrible choque contra la entrada de una guardería infantil el último miércoles, mientras se dirigía al partido entre su equipo y Manchester City. Por suerte, el impacto no dejó heridos ni fallecidos, sino que solo produjo daños materiales.
De acuerdo con el testimonio de un padre de familia, fue “una suerte asombrosa” que el accidente no cobrara víctimas mortales. “Fue una suerte asombrosa que no mataran a nadie. Todo el mundo está temblando por lo que pudo haber pasado. Cuando vi los restos, pensé que debía haber cadáveres”, declaró Sabbir Ahmed al diario The Sun.
En las fotografías difundidas por el tabloide británico se aprecia el lujoso Lamborghini Urus V8 propiedad de Hause, valorizado en 200.000 libras esterlinas (alrededor de 375.000 dólares), destrozado luego de haber traspasado las vallas del colegio The Wisdom Academy, en Birmingham.
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“En otro momento del día, cualquiera podría haber muerto. Mi hija y cientos de niños se paran en la esquina frente a las puertas antes y después de la escuela”, agregó el testigo contactado por el medio inglés. Otro espectador del suceso indicó que el defensa “parecía estar un poco conmocionado”, luego de chocar.
A pesar del accidente, Hause logró llegar al duelo que su club perdió como local contra el cuadro ciudadano. El zaguero de 26 años se quedó en el banco de suplentes los 90 minutos del cotejo.
En mayo de este año, el futbolista había sido detenido por exceso de velocidad cuando conducía rumbo a un encuentro con el príncipe William en una de las instalaciones del Aston Villa. La prensa local informó que aquella vez el jugador tuvo que rogarle a los policías que le permitieran marcharse para no llegar tarde al evento.