Anderson Luís de Abreu Oliveira o simplemente Anderson, pintaba para crack, muchos entendidos del fútbol lo comparaban con Ronaldinho en sus inicios. Siendo tan joven acumuló un sinfín de palmares, lo tenía todo para ser el mejor del mundo, pero nunca lo fue.
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Maravilló al mundo con su pierna izquierda en el Mundial Sub-17 realizado en nuestro país (2005), en aquel torneo fue nombrado Balón de Oro. Solo tres meses después del torneo el Porto dio el golpe en el mercado de pases y lo compró por 8 millones de euros.
En el equipo de Do Dragao, permaneció una temporada y media donde logró títulos domésticos, Una Copa de Portugal (2006) y una Supercopa de Portugal (2007). Para el 2008 Sir Alex Ferguson apostó por él, a pesar de haber estado 5 meses fuera de las canchas por una lesión.
Anderson disputó un total de 38 años con el un Manchester United plagado de estrellas: Cristiano Ronaldo, Carlos Tévez o Wayne Rooney. Sus méritos colectivos e individuales lo llevaron a ganar el Golden Boy en 2008 por encima de Theo Walcott y un joven Sergio Agüero.
Lamentablemente, no pudo afianzarse al equipo y fue perdiendo notoriedad hasta acabar cedido a la Fiorentina en el 2014. En Italia es recordado no por su fútbol, sino por el número en su dorsal, la '88'.
En su regreso a los 'Reds Devil', Louis Van Gaal ya no lo tenía en sus planes y terminó su vinculo en febrero del 2015. Buscando relanzar su carrera volvió a Brasil para jugar por Internacional, pero terminó yéndose a la B.
Anderson el 'crack' que comía muchas Hamburguesas
Rafael Da Silva, su excompañero en los campos reveló en su autobiografía los problemas que tenía Anderson. "Podíamos ir en el autobús del equipo, pasar por una estación de servicio en la autovía y escuchar a Anderson saltar y gritar de manera impulsiva McDonald’s".
Hoy el brasileño atraviesa su momento más difícil. Anderson es acusado de pertenecer a una organización criminal que se dedica al robo, fraude y lavado de dinero, en caso de ser acusado sería extraditado a Brasil y podría ser condenado a 10 años de cárcel.
El que fue nueve veces internacional con Brasil, ganador una Champions League, cuatro Premier League, un Mundial de Clubes, dos Community Shield, dos FA Cup es otra de las grandes promesas del fútbol que se quedan en el olvido.