El futbolista español César Azpilicueta, capitán del Chelsea, admitió que consideró abandonar el club inglés la pasada temporada, pero decidió quedarse para ayudar a los nuevos dueños tras la marcha del oligarca ruso Roman Abramovich, según reveló este lunes al diario The Guardian.
El defensa de 32 años firmó la pasada semana una renovación por dos años más en la que considera su "casa" y cerró así la puerta a su fichaje por Barcelona, con el que reconoce que mantuvo negociaciones para dejar Londres y regresar a España.
Esa era su intención, explicó, toda vez que el Chelsea ganó el Mundial de Clubes en febrero, al que accedió como vencedor de la Champions League en 2021.
"Sí, hubo conversaciones (con el Barcelona). Después del Mundial de Clubes, cuando me convertí en el único jugador que ha logrado todos los trofeos, sentía que era el momento de volver. Pero entonces, con todo lo que le pasó a este club, decidí seguir comprometido con el equipo. Nunca fui en contra de mi club", señaló Azpilicueta.
Se refería a las sanciones impuestas por el Gobierno británico a Abramovich por la invasión rusa de Ucrania, que obligaron al oligarca a vender el club y dar paso a unos nuevos dueños, con el magnate estadounidense Todd Boehly a la cabeza.
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