No hay dudas que desde la aparición de Erling Haaland allá por el 2019, cuando el Borussia Dortmund lo fichó del Red Bull Salzburgo, sus registros goleadores lo han llevado a ser considerado uno de los mejores jugadores del mundo en la actualidad. El Manchester City pagó 60 millones de euros para llevárselo de Alemania y en su primera temporada aportó 52 goles en 53 partidos para que levanten un triplete histórico (Premier League, FA Cup y Champions League) –razón por la que fue considerado en la terna final para el premio a Jugador del Año de la UEFA–.
Sin embargo, por más que sus goles hablen por sí solos y dejen constancia de su voracidad para romper las redes de sus rivales, hay una estadística negativa de la que el noruego no ha podido desprenderse desde que llegó al club de Mánchester. Desde la final de la Community Shield del año pasado hasta la última que disputó en la Supercopa de Europa, el ‘Cyborg’ no marcó ni un gol y no sirvió ni una sola asistencia.