La aventura de Jordan Henderson en Arabia Saudí, lejos de ser un retiro dorado, se ha convertido en una cárcel de lujo de la que el excapitán del Liverpool e internacional con Inglaterra busca desesperadamente escapar aprovechando que el mercado de invierno en Europa ha abierto hace unos días. A pesar de las expectativas y del llamativo contrato, la realidad del experimentado centrocampista en el Al-Ettifaq, bajo las órdenes del entrenador Steven Gerrard, dista mucho de ser idílica. En esa línea, medios ingleses revelan este domingo el porqué el volante no se acostumbra a vivir en Arabia Saudita.
Henderson ha tenido dificultades para adaptarse al país y su clima extremadamente caluroso y húmedo. Además, la escasa asistencia a los partidos del Al-Ettifaq, con una media de 7,800 espectadores en un estadio con capacidad para 35,000, ha contribuido a que el inglés considere seriamente la posibilidad de regresar a su país.