El fiscal ha pedido al Supremo que confirme la pena de 21 meses de cárcel, que la Audiencia de Barcelona impuso al futbolista Lionel Messi, en el escrito que ha presentado ante los magistrados del alto tribunal para su deliberación sobre los recursos del jugador y de su padre.
El Supremo ha revisado hoy, en una deliberación a puerta cerrada, los recursos que el futbolista Leo Messi y su padre presentaron contra las condenas por delitos fiscales -21 meses de cárcel para cada uno- que les impuso la Audiencia de Barcelona por fraude fiscal.
La Audiencia condenó al internacional argentino y a su padre por haber defraudado 4,1 millones a Hacienda mediante un entramado de sociedades interpuestas.
El Supremo debe decidir si confirma o no esas condenas o, en su caso, si varía o no las penas impuestas. La sala ha estudiado el asunto pero no ha divulgado el fallo hasta que la sentencia sea notificada en próximos días.
Uno de los factores que tiene en cuenta el tribunal es la postura del fiscal y éste considera que Messi "debe ser considerado responsable de los delitos fiscales por los que ha sido condenado porque no podía desconocer que debía declarar y pagar impuestos por las sumas que recibía" a cambio de explotación de sus derechos de imagen.
El escrito que el fiscal ha presentado ante la Sala de lo Penal del alto tribunal considera también que la condena a Messi por tres delitos de fraude fiscal se basa "en datos válidamente probados" y en "una motivación que no resulta ilógica ni arbitraria".
En el caso de que el Supremo confirmara las condenas íntegramente, los reos podrían evitar la cárcel, al no ser las penas superiores a los dos años. Pero ello dependería de la Audiencia, que también podría enviarles a prisión.
La Audiencia de Barcelona recriminó a Messi que optara por una "ignorancia deliberada" sobre la gestión de sus ingresos por la explotación de sus derechos de imagen, ante la "sospecha justificada" de que el entramado societario del que se valía no era "claro y nítido".
"A efectos teóricos", dice el fiscal, "la hipótesis de que el contribuyente pueda actuar confiando plenamente en las indicaciones de quien le presta asesoramiento jurídico es imaginable y no extravagante", tal y como ha recogido en su jurisprudencia el Supremo sobre casos similares al revisado hoy.
Aún así, y puesto que Messi firmó ante notario que conocía el contenido de los contratos ficticios y otros actos de simulación u ocultamiento, la Audiencia de Barcelona no ha vulnerado su presunción de inocencia al apreciar que actuó con indiferencia grave queriendo permanecer en la ignorancia sin acceder a informaciones que eran relevantes, añade.
"Messi intervenía directamente en los contratos relativos a la explotación de sus derechos de imagen y era el administrador y socio único de la empresa que percibía los ingresos", recuerda también el fiscal.
Uno de los motivos alegados por la defensa de Messi se dirigía contra una frase, recogida en la sentencia de la Audiencia: "La impunidad en esos casos se dirige a la ciudadanía el mensaje de que es preferible inhibirse a preocuparse".
"La frase transcrita no puede considerarse, en ningún caso, vulneradora de la dignidad del acusado", responde el escrito del fiscal.
Además, los abogados defensores del futbolista alegaban que no se ha acreditado que su patrocinado fuera el autor de las ocultaciones detectadas en sus declaraciones fiscales, las cuales fueron presentadas por sus asesores.
A este respecto, el escrito del fiscal señala que, a pesar de que no acusó a Messi, sino únicamente a su padre Jorge, tras "examinar si la sentencia recurrida ofrece, en su conjunto, los elementos de juicio indispensables", considera que sí lo hace: "El juicio de autoría se ha apoyado en prueba bastante y ésta ha sido valorada de forma racional".
Además, niega que los tres años que transcurrieron desde la querella hasta el juicio supongan una dilación indebida que deba tenerse en cuenta para atenuar las penas por ese motivo.
Tampoco, dice, debe favorecer a Messi el hecho de que la acusación se planteara cuando algunos de los delitos estaban a punto de prescribir.
El futbolista fue castigado por tres delitos de fraude a Hacienda cometidos entre 2007 y 2009. La pena es solo de un año y nueve meses de prisión porque el tribunal tuvo en cuenta la atenuante de reparación del daño, a pesar de lo cual impuso una multa de 2 millones de euros al futbolista y de 1,5 millones de euros a su padre.
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