Neymar está a punto de romper el récord mundial del traspaso futbolístico más costoso con el PSG dispuesto a pagar 222 millones de euros para liberar al brasileño de su contrato con Barcelona.
El club catalán admitió el deseo de Neymar de abandonar la entidad, pero insistió este viernes en que el jugador deberá pagar la cláusula de rescisión de contrato en su totalidad.
En este artículo, la AFP explica por qué estas cláusulas son tan comunes entre los jugadores instalados en España y cómo pueden activarlas.
- ¿De dónde surgen? -
Aunque no son ogligatorias, las cláusulas de rescisión son muy comunes desde 1985, cuando se introdujo una legislación para que los jugadores puedan rescindir sus contratos unilateralmente a cambio de una cláusula de compensación decidida por los tribunales si no se estableció en el momento de ser firmado el contrato.
Dado que este proceso puede ser largo tanto para el club como para el jugador, ambos salen beneficiados de saber con antelación el precio por el que podrán salir.
"Los jugadores no quieren estar parados por meses o hasta años" si las negociaciones no llegan a un acuerdo, explica Marcos Galera, abogado y socio fundador del gabinete jurídico español especializado en deportes Agaz.
Como en el caso de Neymar, esta cláusula puede aumentar a lo largo del contrato.
Tras firmar un nuevo contrato con el Barcelona el año anterior, la cláusula inicial del brasileño era de 200 millones de euros, aumentó a 222 millones el 1 de julio y habría alcanzado los 250 millones a partir del tercer año de contrato.
- ¿Cómo se activan? -
La principal diferencia entre las cláusulas españolas y las de otras grandes ligas es la manera en cómo se activan.
En vez de que el equipo comprador pague al vendedor la cantidad fijada por contrato, es el mismo jugador quien debe depositar la cláusula a la Liga para quedar liberado.
La Liga transfiere entonces el dinero al club vendedor. Esto normalmente requiere que el club de destino pague previamente al futbolista el monto de la cláusula.
- ¿Se pagan impuestos? -
Un cambio significativo en la tasación de estos traspasos ha provocado un gran aumento en el número de operaciones realizadas de esta manera.
Hasta 2016 el dinero avanzado por el club comprador al jugador estaba sujeto al impuesto sobre la renta, que podría aumentar hasta el 48% del precio del traspaso. Ahora es libre de impuestos.
"Las operaciones son mucho más baratas", dice Galera.
- ¿A quién benefician? -
Históricamente las cláusulas de rescisión han beneficiado a los grandes clubes que pusieron tarifas astronómicas a sus estrellas mientras pescaban los mejores talentos de los rivales más pobres por cantidades mucho más asequibles.
La cláusula de Cristiano Ronaldo en el Real Madrid es de 1.000 millones de euros.
"Pagamos muy bien a los jugadores y ponemos cláusulas prohibitivas", dijo el presidente del Real Madrid Florentino Pérez en 2013 ante el espectro de una partida de Ronaldo.
La creciente cláusula de Neymar hace pensar que el Barcelona se estaba protegiendo ante la posibilidad de ver partir a su estrella, pero se han visto sorprendidos por la rampante inflación del mercado de traspasos y la profundidad de recursos económicos del PSG, propiedad de un fondo catarí.