Neymar tiene a la ciudad de Barcelona en el corazón. A pesar de haberse marchado a otro club (París Saint Germain) aún recuerda con añoranza todo lo que vivió en su estancia con los azulgranas.
La prueba de su afecto por Barcelona la dio a conocer en el minuto de silencio en honor a las víctimas del último atentado terrorista en las Ramblas y Cambrils.
Las cámaras televisivas enfocaron la reacción de Neymar cuando el campo quedó en completo estado de silencio. El rostro del brasileño denotaba pena y congoja.
Su cabeza estaba inclinada. Se tomaba el tabique constantemente. Luego se llevó la palma de su mano hacia la cara y se cubrió los ojos. Parecía que estaba llorando. Repitió el mismo ejercicio un par de veces. No se notó ninguna lágrima, pero sí estaba apenado.
Una vez finalizado el homenaje, Neymar levantó su dedo señalando el cielo y se dirigió al centro del campo mientras todos los presentes aplaudían sin parar.