Si no fuera por un tiro en el palo del arco defendido por Manuel Neuer que amagó con silenciar al Allianz Arena, se podría haber afirmado que Bayern Munich obtuvo un triunfo sin sobresaltos. En su debut en la edición 2017/18 de la Champions League, el conjunto bávaro mantuvo el control durante casi todo el partido y se impuso por 3-0 ante un inofensivo Anderlecht.
Con la presencia del colombiano James Rodríguez en el XI inicial, los de Carlo Ancelotti tomaron las riendas del encuentro. El primer desnivel se produjo a los 11 minutos de juego, cuando Sven Kums le cometió infracción dentro del área a Robert Lewandowski, cuando éste se escapaba al gol. El defensor vio la tarjeta roja y el propio delantero polaco cambió la acción por gol, con un remate bajo y cruzado, mientras el portero Matz Sels se arrojaba hacia el otro costado.
Arjen Robben y Franck Ribery fueron los más desequilibrantes a partir de su velocidad y el goleador del conjunto alemán participó en los ataques, aunque sin encontrar profundidad. La diferencia de posesión por parte del local fue abismal pero no logró traducirlo en el marcador.
A los pocos minutos de haber comenzado el complemento llegó la única jugada clara del elenco belga: dentro del área y con el balón a su disposición, el rumano Alexandru Chipciu tuvo en sus pies el empate, pero estrelló su disparo en el poste izquierdo.
A los 19', tras el centro de Joshua Kimmich, Thiago Alcántara halló el tan ansiado tanto que le permitió al Bayern encaminar la victoria, la cual mantuvo sin problemas hasta el final del encuentro. Thomas Müller ingresó con sed de gol, aunque no pudo gritar el propio. Sobre la hora, una asistencia de Jerome Boateng encontró en soledad y en aparente posición adelantada a Kimmich, quien dejó en el camino al arquero visitante y envió la pelota al fondo del arco.
Tres puntos lógicos que quedan en manos de los dirigidos por Ancelotti en este arranque de la Liga de Campeones, en un grupo B en el que peleará por el liderazgo frente a Paris Saint Germain.