Consciente de que se enfrentaba a un equipo sumido en las dudas que provocan las derrotas contundentes (4-0 ante el Getafe) y los inesperados cambios de técnico, el Maccabi Tel Aviv saltó al campo con la firme disposición de encerrar al Villarreal y ahondar en la herida. Aunque no se tradujo en ocasiones claras, esta animosa salida del cuadro local sí que logró trasladar la sensación de que si los castellonenses no espabilaban, el partido podía convertirse en un tormento.
Por fortuna para el submarino amarillo, el fuelle del cuadro israelí se acabó pronto. De hecho, a los 15 minutos, esa sensación de temor se había difuminado por completo. Los del debutante Javi Calleja localizaron la pelota, se apoderaron de ella y comenzaron a dominar el juego con solvencia. Es más, por momentos dio la sensación de que el Villarreal podía vivir cómodamente en tres cuartos y de que en cuanto cayese el primer gol, el partido entraría en una absoluta cuesta abajo para los visitantes.
Pero como tantas otras veces, el guión no se cumplió. Los amarillos desaprovecharon dos ocasiones clarísimas y volvieron a sentir dudas. Poco a poco, el Maccabi comenzó a soltarse la presión, a defender con más solvencia y hasta a permitirse el lujo de tirar alguna contra. De hecho, antes del descanso, el abismo que parecía separar a ambas escuadras había quedado reducido a una simple brecha.
Tras el paso por los vestuarios, el Villarreal volvió a pisar el acelerador. Los españoles comprendieron que si no marcaban un gol pronto, el partido podía convertirse en una lotería y optaron por adelantar líneas y lanzarse de forma decidida a por el triunfo. Carlos Bacca y Roberto Soriano rondaron el gol antes del 60, pero fue sin duda Samu Castillejo, con un disparo al palo, quien más cerca estuvo de lograrlo.
Con dominio evidente del combinado castellonense, pero sin muchas más ocasiones que reseñar, el partido fue caminando hacia un empate final que vuelve a poner en evidencia que no siempre cambiar de entrenador garantiza una victoria. Sí es cierto que, por momentos, el cuadro de Calleja transmitió buenas sensaciones, pero también que aún debe emplearse a fondo para lograr que este grupo de jugadores de primer nivel recupere la confianza y pueda rendir al nivel esperado.
El AC Milán sella su victoria en el minuto 94
André Silva se aferra a la Europa League. Aún inédito en la Serie A, el luso ha encontrado en el torneo europeo un escenario idóneo para mostrar su talento y su capacidad goleadora. Si ante el Austria Viena, un hat-trick suyo facilitó la victoria del AC MIlan por 1-5; frente al Rijeka, fue otro gol con su firma el que dio el pistoletazo de salida a un nuevo triunfo de los rossoneri.
Eso sí, en esta ocasión, los milanistas tuvieron que sufrir bastante más. Y es que, pese a que otro recién llegado, el argentino Mateo Musacchio, puso el 2-0, el Rijeka logró igualar el marcador cuando ya se rozaba el 90. Por fortuna para los transalpinos, y ya con el árbitro a punto de señalar el camino de los vestuarios, el joven Patrick Cutrone logró subir al marcador el definitivo 3-2 que permite a los de Vincenzo Montella mantenerse como líderes de su grupo y liberarse de buena parte de la presión que venían notando desde la derrota del último fin de semana ante la Sampdoria.
- Marcadores 2ª jornada fase de grupos:
Astana1-1 Slavia Praga
Zenit 3-1 Real Sociedad
Rosenborg 3-1 Vardar
Niza 3-0 Vitesse
Lazio 2-0 Zulte Waregem
Östersund 1-0 Hertha
Athletic Club 0-1 Zorya
Konyaspor 2-1 Vitória SC
Salzburgo 1-0 Olympique Marsella
BATE 2-4 Arsenal
Colonia 0-1 Estrella Roja
Lugano 1-2 Steaua Bucarest
Viktoria Plzeň 3-1 H. Beer-Sheva
Sheriff 0-0 Copenhague
Lokomotiv Moscú 3-0 Zlín
Everton 2-2 Apollon
Olympique Lyon 1-1 Atalanta
AC Milan 3-2 Rijeka
AEK 2-2 Austria Viena
Braga 2-1 İstanbul Başakşehir
Ludogorets 2-1 Hoffenheim
Skënderbeu 1-1 Young Boys
Partizan 2-3 Dynamo Kiev
M. Tel-Aviv 0-0 Villarreal