Es la figura del Tottenham y su nombre ha comenzado a sonar más que nunca luego de su gran actuación este miércoles ante el Real Madrid por la fecha 4 de la Champions League. Hablamos de Dele Alli, un volante ofensivo de 21 años cuya historia vale la pena ser contada.
Su infancia fue bastante dura y sus padres tenían muchos problemas. Kehinde, papá de Dele, lo abandonó una semana después que naciera en Londres. Ocho años después se lo llevó a Nigeria, pues ahí era príncipe de una tribu. Incluso, según el diario "Sport", era millonario en ese país africano.
Los problemas continuaron en la vida de Dele Alli, quien a los 11 años se mudó a Houston y dos años después su padre lo dejó en Londres con su madre a cargo. Era la segunda vez que lo abandonaba. Denise tenía otros tres hijos de diferentes padres y estaba refugiada en la bebida. Las pelas y discusiones eran constantes. No cabe duda que Alli la pasó mal.
Como las cosas no iban bien en casa, el crack del Tottenham no paraba ahí. Andaba más con sus amigos del barrio y muchos de ellos no le hacían precisamente buena compañía. Es por que, con 13 años, el inglés fue dado en adopción. La familia conformada por Alan y Sally Hickford. Con ellos, la vida de Dele Alli cambió para bien.
"Sport" asegura que, desde que fichó por el Tottenham, Dele Alli no sabe nada de sus padres biológicos. Él se niega a conversar con ellos. "Tuvo una infancia dura. Los años de formación lo transformaron en un chico que siempre jugó sin miedo”, declaró en una ocasión Mike Dove, quien dirigió a Dele Alli en las categorías menores del Milton Keynes Dons