El entrenador brasileño Luiz Felipe Scolari se despidió ayer, desde el césped, de los aficionados del Guangzhou Evergrande, tras el último partido del campeonato de China ante el Tianjin Quanjian, a pesar de que estaba suspendido.
“Gracias al Guangzhou Evergrande por haberme permitido venir a China y a Guangzhou, donde he pasado dos años y medio muy agradables con ustedes”, declaró con un micrófono el antiguo seleccionador de Brasil y de Portugal.
Scolari, de 68 años, bajó al césped del Tianhe Stadium tras el partido de la última jornada de la Super League para compartir la alegría con sus jugadores, que recibieron el trofeo de campeones. El club de Cantón ya se había asegurado el título de campeón chino, el séptimo trofeo que logra en dos años con Scolari.
Los italianos Fabio Cannavaro y Carlo Ancelotti, y el alemán Thomas Tuchel suenan como posibles sustitutos. (D)