Uno de los mejores cotos de caza del FC Barcelona en los últimos años a la hora de salir a buscar fichajes ha sido sin duda el Sevilla. En la era Monchi, que ha sido la más exitosa del cuadro hispalense hasta la fecha, hasta cinco jugadores han llegado al cuadro culé desde el año 2008, cuando lo hicieron Dani Alves y Seydou Keita.
Ahora que la entidad catalana sigue los pasos de Clément Lenglet, hemos querido hacer un repaso de cómo les fue a estos futbolistas en su andadura por la ciudad condal. Hay de todo, e incluso en el caso de Aleix Vidal la historia todavía no está completa al seguir en el primer equipo.
Dani Alves (2008-2016): Sin duda alguna podemos decir que es uno de los mejores laterales diestros de la historia del club. Pese a que su salida no se produjo de la mejor manera posible (ya sea por su culpa o la de la directiva), y sus excentricidades también marcaron su paso por el club, su aportación en el campo fue inmejorable. Goles, asistencias, y una gran colección de títulos que incluyen 3 Ligas de Campeones. Su salida hizo mucho daño la temporada pasada al equipo, ya que durante ocho años fue su banda un auténtico fortín, especialmente en ataque.
Seydou Keita (2008-2012): El ojito derecho de Pep Guardiola. El malí fue el suplente por excelencia durante sus cuatro años en el club. Un jugador con un gran compromiso, que siempre aportaba cosas nuevas cuando entraba al campo o era incluido en las rotaciones. El hecho de que el equipo tuviera otros centrocampistas más acordes al estilo del entrenador provocaba que no militara en ese once ideal, pero sus números demuestran que tuvo más protagonismo del que quizás se recuerda. Dio asistencias, marcó goles (llegó a hacer un hat-trick) y aportó siempre calidad y contundencia física a una medular que en ocasiones necesitó de sus servicios para sacar adelante muchos partidos.
Adriano Correia (2010-2016): El brasileño fue el jugador polivalente por excelencia, si bien nunca llegó a asentarse con un rol de claro titular. Partícipe también de los éxitos de Pep Guardiola, Tito Vilanova y Luis Enrique, era un sustituto de lujo, capaz de jugar como lateral, central, interior o extremo en función de las circunstancias y necesidades. Un hombre de equipo, un efectivo cumplidor que rindió muy bien teniendo en cuenta su rol, el precio de su fichaje (casi 10 M€) y el nivel de los compañeros con los que competía.
Ivan Rakitic (2014-actualidad): El caso del croata es diferente. Aunque ha tenido altibajos en las últimas tres temporadas que lleva en el equipo, desde el primer momento tuvo un rol determinante. De hecho su mejor temporada fue sin duda la primera de Luis Enrique, en la que incluso llega a marcar un gol en la final de Berlín. Fue el hombre que logró sentar a Xavi Hernández, si bien con su llegada el equipo asistió a un cambio de estilo que, si bien se antojaba inevitable por la edad del anterior capitán, no terminó de gustar a todo el mundo. Su campaña pasada fue más bien para olvidar y por ahora Ernesto Valverde lo considera pieza clave, si bien su rol tiene que terminar de definirse del todo.
Aleix Vidal (2015-actualidad): Si hay un caso sorprendente y que se sale de todos los parámetros establecidos es sin duda el del carrilero. En primer lugar porque fue fichado como lateral diestro suplente y opción para el extremo de la misma banda, pero no pudo jugar hasta seis meses después por la sanción de la FIFA. En 2016 apenas aportó cosas en el segundo tramo de esa temporada, y se le dio el beneficio de la duda, como a Arda Turan. Pero, tras jugar en septiembre de ese año como titular en la derrota ante el Deportivo Alavés (1-2), desapareció varios meses de las convocatorias sin que Luis Enrique ni nadie aclarase los motivos, cuando se veía la clara necesidad del equipo de contar con un lateral diestro de garantías. Volvió a tener continuidad en enero y en febrero se lesionaba de gravedad, acabando prácticamente así su temporada. Este curso, Ernesto Valverde le dio muchos minutos en pretemporada y arrancó la Supercopa como titular, pero después no ha vuelto a optar por él como lateral. Si como extremo, alternando algunas actuaciones buenas como la de Girona, o también con largos periodos de ausencia de las convocatorias. Una incógnita por resolver.