El piloto mexicano Guillermo Rojas acaba de conseguir el campeonato de la European Le Mans Series, para sumarlo a una exitosa trayectoria en los autos prototipo en Estados Unidos.
Lo hizo además en un momento especial, cuando la Escudería Telmex, que lo ha apoyado a lo largo de su carrera, cumple 15 años.
"Estamos celebrando el campeonato a 15 años de los inicios de Escudería Telmex, soy el único de esa primera generación que queda activo; en la carrera de piloto hay pocas oportunidades, así que o la aprovechas o se va", señaló el conductor en conferencia de prensa.
El campeonato que consiguió junto al francés Leo Roussel, en la categoría LMP2 con el equipo G-Drive, llegó en un momento complicado para Memo, ya que en las últimas dos temporadas no había luchado por victorias.
"En 2016 di el salto a Europa para buscar las 24 Horas de Le Mans, tuve una última oportunidad esta temporada y en un año donde dimos todo desde los entrenamientos, donde fuimos segundos en la primera carrera, no bajamos del podio y logramos el campeonato", recordó.
El conductor nacional, que tiene tres triunfos en las 24 Horas de Daytona en Estados Unidos, señaló que su objetivo es ganar las de Le Mans y sumarse al Campeonato Mundial de Resistencia, para tener todos los títulos en autos prototipo.
"Con todos los logros de mi carrera, si ganara las 24 Horas de Le Mans y el WEC, sería como si en futbol ganaras Mundial, Olímpicos, Champions, Liga y Copa, quiero conseguir todo en prototipos, sería el único mexicano en hacerlo y es mi gran objetivo; no depende solo de mí, pero me gustaría estar en el WEC para 2018".
Respecto a la sensación de celebrar un campeonato después de cinco años y hacerlo en el Viejo Continente, Rojas destacó la presión que vivió en el cierre de la temporada.
"Cuando estás a punto de ganar el campeonato, la última carrera es la más estresante, llegamos a Portugal con una ventaja cómoda, aunque no definitiva, no fue el mejor fin de semana, quedamos cuartos, pero nos dieron los puntos suficientes para asegurar el título, regresar a lo más alto fue una alegría muy grande", concluyó.