El ex presidente de la federación de futbol de Colombia señaló que los tres miembros sudamericanos en el comité ejecutivo de la FIFA durante la votación de 2010 en la que Qatar superó a Estados Unidos por la sede de la Copa del Mundo de 2022 fueron los dirigentes "más corruptos" en el continente.
Al completar dos días de testimonio en el juicio por corrupción de los ex presidentes de las federaciones de Paraguay, Perú y Brasil, los abogadores defensores interrogaron reiteradamente a Luis Bedoya sobre la posibilidad de sobornos relacionados a la candidatura de Qatar.
Bedoya dijo que él y otros presidentes de federaciones sudamericanas respaldaban la candidatura de Estados Unidos, pero que intuyó que el argentino Julio Grondona, el paraguayo Nicolás Leoz y el brasileño Ricardo Teixeira votaron por Qatar. Grondona era considerado como el personaje más poderoso del futbol sudamericano. Leoz presidió la Conmebol —la entidad rectora en Sudamérica— entre 1986 y 2013; y Teixeira fue yerno del ex presidente de la FIFA Joao Havelange.
Bruce L. Udolf, abogado del ex presidente de la federación peruana, Manuel Burga, le preguntó a Bedoya sobre si los tres fueron los más corruptos de la Conmebol.
Bedoya respondió afirmativamente, diciendo que no podía constatarlo pero que eso es lo que la gente dice.
Leoz y Teixeira han sido acusados por la justicia de Estados Unidos, pero no han sido extraditados. Grondona falleció en 2014.
Napout, Burga y el ex presidente de la federación brasileña, José María Marín, encaran juicio en Brooklyn por crimen organizado, conspiración para cometer fraude bancario electrónico y lavado de activos.
Durante un prolongado intercambio en la corte sin la presencia del jurado, el abogado de Napout logró persuadir a la jueza de distrito Pamela K. Chen que aceptara una carta de 2010 que Bedoya le envió a Leoz, consignado que la Federación de Colombia apoya a Estados Unidos en la votación de la FIFA. Los fiscales estadunidenses alegan que el respaldo a Qatar con los sobornos fue parte de una conspiración, pero que no todos los más de 30 acusados estuvieron involucrados en la trama.
Bedoya, un ex miembro del comité ejecutivo de la FIFA, se declaró culpable en 2015 de cargos de crimen organizado y fraude bancario por medios electrónicos. El lunes, dijo que recibió más de tres millones de dólares en sobornos entre 2007-2015.
Bedoya testificó que temía por su seguridad y la de su esposa si regresaban a Colombia, y mencionó que el gobierno de Estados Unidos le paga el alquilar de un departamento de dos recámaras para la pareja. Su acuerdo de cooperación con la fiscalía le da el derecho de aplicar para ingresar al programa de protección de testigos.
Contrainterrogado por Silvia B. Piñera-Vázquez, abogada de Napout, Bedoya dijo que habló con varios de sus colegas sudamericanos sobre una cuenta de banco en Suiza que él utilizaba para recibir el dinero de Mariano Jinkis de Full Play Group, una compañía de mercadeo deportivo que pagó sobornos a cambio de los derechos comerciales de torneos en Sudamérica.
Bedoya dijo que habló sobre la cuenta con Napout, Burga, y el ex presidente de la federación ecuatoriana, Luis Chiriboga, pero no se le mencionó a su esposa. Bedoya dijo no tener conocimiento directo sobre si Napout o Burga recibieron pagos.
Bedoya ofreció detalles sobre una reunión en un hotel en Madrid donde el colombiano dijo que Jinkis le presentó a un catarí antes de la Final de la Liga de Campeones de 2010. Bedoya declaró el lunes que Jinkis le dijo entonces que había hasta 15 millones de dólares en sobornos disponibles para dirigentes sudamericanos, a cambio de su respaldo para que Qatar consiguiera la sede del Mundial de 2022.
Bedoya también describió la redada en mayo de 2015 en la que fueron arrestados varios dirigentes de la FIFA en un hotel en Zúrich.
Luego que Bedoya completó su testimonio en corte federal de Brooklyn, subieron al estrado una empleada de la firma de auditoría PricewaterhouseCoopers y otra de American Airlines.
Dyan Decker, de PcW, habló sobre los documentos que se preservaron de la oficina en Buenos Aires de Torneos y Competencias. Alejandro Burzaco, el ex presidente de esa compañía, testificó al inicio del juicio tras declararse culpable de crimen organizado y otros delitos. La empleada de la aerolínea, que fue la última testigo de día, dio cuenta de los itinerarios de vuelo de los acusados.