16/04/2024

"El Mundial de Clubes, un mundial mentiroso", por Arturo León

Jueves 14 de Diciembre del 2017

"La FIFA quiso darle un carácter más global al torneo (y quizá también sacarle mayores ganancias), pero le terminó restando interés"

"La FIFA quiso darle un carácter más global al torneo (y quizá también sacarle mayores ganancias), pero le terminó restando interés"

Pasa todos los años, cada vez que llega diciembre. Escuchamos o leemos que se jugará el Mundial de Clubes y solo nos interesa saber qué europeo o sudamericano participa. Sabemos de antemano que lo más probable es que esos equipos se enfrenten en la final. El resto de clubes, la verdad, no genera mayor interés. Las probabilidades de que avancen al partido por el título son mínimas. Salvo el Kashima de Japón, que llegó a la final el 2016, y el TP Muzamba, que sorprendió al pelear el título el 2010, las otras ediciones del Mundial de Clubes fueron bastantes lógicas. Europa y Sudamérica chocan en la final.

Es como si se siguiera jugando la Copa Intercontinental, esa en que, sin semifinales ni eliminatorias previas, enfrentaba al campeón de la Champions League con el de la Copa Libertadores de América en tierras niponas. Este problema, el que sea muy fácil de adivinar qué equipos llegarán a la final, es solo uno de los tres que identifico del Mundial de Clubes, un torneo que, sin duda, no hace un honor a su nombre.

Hablemos del formato. No es justo por donde lo veas. Europa y Sudamérica comienzan directamente en semifinales, mientras que los equipos representantes de la Concacaf, Asia, África, etc., tienen que jugar un partido más. Si Pachuca, por ejemplo, eliminaba a Gremio de Porto Alegre, llegaba mucho más cansado que Real Madrid al partido decisivo por el trofeo.

Lo otro tiene que ver con la calidad propia de los equipos que disputan el Mundial de Clubes. Más allá de los casos arriba mencionados, la mayoría son cuadros de menor nivel, sin estrellas, que juegan a defenderse e intentar un milagro. Ni los equipos mexicanos han sido capaces de mostrar un juego óptimo, pese a que su liga es económicamente la más potente del continente americano. Prueba de ello es que no existe un club de ese país que haya llegado a la final. La FIFA quiso darle un carácter más global al torneo (y quizá también sacarle mayores ganancias), pero le terminó restando interés.

Un verdadero Mundial de Clubes tendría que ser con más equipos de todos los continentes. Con fase de grupos y eliminatorias. Como una Copa del Mundo de países. Hace poco, la BBC de Londres indicó que el 2021, como reemplazo de la Copa Confederaciones, también muy criticada, existe la idea de crear el Supermundial de Clubes. Se jugaría todo en un mes y sería la mejor previa para el Mundial Qatar 2022. La FIFA no debería esperar más y hacerlo oficial. Lo que vemos ahora no es un Mundial, solo un trofeo cuya final es la más predecible que existe.

Ver noticia en El Comercio: DT

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