Robert Fernández es secretario técnico del Barcelona desde verano de 2015, cuando entró en el cargo relevando a Andoni Zubizarreta. Ha tardado en ver cómo sus apuestas para rehacer el equipo brotaban, pero al final su criterio está siendo muy válido para que el Barça mantenga el estilo y el ciclo ganador. Concienciado en hacer un buen trabajo (siempre en equipo), el exfutbolista del Barça acaba contrato el 30 de junio y el presidente Josep Maria Bartomeu aún no ha movido ficha.
En dos años en el cargo, Robert tuvo cartera para invertir 310,5 millones en futbolistas, seis la pasada temporada (Denis, 3,5; Digne, 16,5; Umtiti, 25; André Gomes, 35; y Alcácer, 30) y cuatro para la presente (Deulofeu, 12; Semedo, 30,5; Paulinho, 40; y el francés Osumane Dembélé, 105).
Bartomeu está contento con lo que ve ahora sobre el terreno de juego. El equipo funciona y la elección de Ernesto Valverde por parte del secretario técnico (avalado por el presidente) es también un punto a favor de la gestión de Robert, que sigue de cerca todo lo relacionado con el mercado de invierno. Además, las relaciones entre Pep Segura, mánager general deportivo, y Robert son más fluidas que hace unos meses, situación que el presidente valora para tomar una decisión final.