Lionel Messi y Luis Suárez no sólo forman una dupla letal dentro del campo de juego. La buena onda entre ellos va más allá del fútbol. Y siempre encuentran una buena excusa para estar juntos. Así, de hecho, aprovecharon el permiso que les dio el Barcelona para reincorporarse recién este martes a las prácticas del equipo. Y arribaron junto con sus familias al aeropuerto de El Prat.
Ahí, mientras varios curiosos los espiaban y ellos esperaban sus equipajes, se dio un momento muy especial entre Messi y Suárez. Aunque no se trató de La Pulga, sino de Thiago, quien empezó ("jugando") a tirarle patadas al delantero. Una, dos, tres derechazos alcanzaron para que Luisito se defendiera y dejara al hijo mayor de Leo en el piso.
Las risas del grupo, claro, sirvieron como prueba de que todo se trataba de un juego. Y para ratificar que Thiago tiene una conexión especial con Suárez. En la última gala del Botín de Oro, de hecho, el gurrumín acompañó a su papá y a su mamá, pero se pasó gran parte de la ceremonia cruzando miradas cómplices con el punta de la selección charrúa.
La amistad trasciende las canchas (Reuters).
El feeling entre los Messi y los Suárez igualmente va más allá de Lucho y Thiago (también hay buena onda con Mateo, el menor). Antonela, la mujer del crack argentino, se asoció con Lucía Balbi, la esposa del delantero, y pusieron un local de zapatos en el centro de Barcelona. Y es habitual verlas posando juntas o intercambiando ideas en el negocio.
Antonela junto con Sofía, socias en un emprendimiento comercial (EFE).
Además, ambas familias disfrutan de compartir vacaciones y momentos íntimos. El último, por ejemplo, se dio en Navidad, ya que los Suárez fueron invitados a esperar la llegada de Papá Noel en la casa que la familia de La Pulga tiene en las afuera de Rosario.
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Y si bien cada uno recibió por su lado el 2018, no dudaron en subirse al mismo vuelo para regresar a España. Y también para volver al trabajo, algo que Messi y Suárez hicieron esta misma tarde, al ponerse a las órdenes de Ernesto Valverde. Claro, este jueves, el Barcelona volverá a salir a la cancha frente al Celta. Y ninguno de los dos quiere quedarse afuera.
Lionel Messi y Luis Suárez llegaron a Barcelona y se sumaron a las prácticas del equipo culé.
"Thiago es más bueno, pero Mateo es un hijo de puta, ja, ja, ja". La definición de Leo sobre sus hijos sorprendió. Y parece que fue errónea. Mientras su hermanito se portaba como un santo, el mayor de sus hijos, al llegar a Barcelona, se convirtió en un demonio. Y Lucho Suárez puede dar fe.