Apenas ha sumado 10 encuentros oficiales en esta temporada, y buena parte de ellos han sido partidos de menor exigencia o bien ha tenido minutos en encuentros ya decididos. Marcos Llorente ya sabía de algún modo que eso era lo que le esperaba esta temporada en el Real Madrid después de brillar el curso pasado en el Deportivo Alavés.
Le ayudó sin duda la lesión de Mateo Kovacic, que tras su gran pretemporada estuvo varios meses ausente por una lesión. Pero, como demostró ya en el Clásico ante el FC Barcelona, Zinedine Zidane tiene mucha confianza en el croata, lo cual dificulta todavía más que pueda dar minutos al canterano, que además tampoco ha brillado cuando ha tenido oportunidad.
Casemiro es inamovible, y fue su jugador más empleado en 2017, por lo que el joven Llorente tiene que confirmarse por ahora con pocas oportunidades. Este mes de enero puede tener algunas más aprovechando las rotaciones que presumiblemente traerá la Copa del Rey, donde ya jugó el jueves ante el Numancia, pero todo hace indicar que cuando la campaña se vaya complicando las cosas no serán igual.
Por eso, mientras aparecen varios clubes dispuestos a acogerlo en sus filas, tenemos que continúa la negativa del preparador francés a dejarlo salir. Aunque, viendo lo sucedido con Marco Asensio o el propio Kovacic, a los que les costó convencer a Zidane hasta que lo lograron de forma inesperada, el canterano no debería perder la esperanza.