El único inculpado en el juicio por el ataque con explosivos perpetrado en abril pasado contra el autobús del Borussia Dortmund admitió hoy los hechos, pero negó haber tenido la intención de matar a los ocupantes del vehículo.
"Lamento profundamente mi comportamiento", dijo el ruso-germano Serguei W., de 28 años, ante el tribunal de la ciudad de Dortmund que juzga los hechos. En el atentado resultaron heridos el defensa español Marc Bartra y un escolta policial. "No me lo puedo explicar a mí mismo".
Quería simular un atentado y para ello "planeó específicamente un dispositivo explosivo que no produjera daños humanos", indicó en su declaración. "No quería herir a nadie o herirlo gravemente y tampoco matar a nadie", afirmó con un fuerte acento el hombre, que llegó a Alemania con 13 años procedente de Rusia y que actualmente posee sólo la nacionalidad alemana.
Sin embargo, esto se contradice con la declaración de un investigador de la la Oficina de Investigación Criminal de Alemania (BKA) que explicó que las bombas podían haber ocasionado muertes.
En el juicio en Dortmund, el testigo declaró hoy que un experto demostró que se pueden esperar heridas mortales de una onda expansiva de 79 julios. Cada una de las más de 100 piezas de metal del artefacto explosivo chocó con su objetivo con una energía de 135 julios, agregó.
Para Alfons Becker, abogado de los jugadores del Dortmund, la declaración de que el acusado sólo quería simular un atentado "no es concebible".
En el juicio, el abogado defensor, Carl Heydenreich, afirmó que su cliente se encontraba en esa época sin ganas de vivir debido a que su pareja se quería separar de él. Asimismo, explicó que sólo quería beneficiarse de una caída de las acciones. "Quería dejar algo a sus padres en el caso de que decidiera acabar con su vida".
El 11 de abril del pasado año, tres explosivos con piezas de metal estallaron al paso del autobús del Borussia Dortmund, que debía jugar ese día ante el Mónaco por la Liga de Campeones de futbol. El encuentro fue suspendido y se disputó al día siguiente.
En el ataque resultó herido Bartra, que tuvo que ser intervenido debido a una fractura del radio de la mano derecha y causó baja en el equipo durante varias semanas. Su abogado, Alfons Becker, solicitó ya el primer día de juicio una indemnización de al menos 15 mil euros.
A pesar de que en un principio se barajó la motivación terrorista porque en el lugar de la explosión fueron halladas tres cartas que apuntaban a vínculos islamistas, finalmente la Policía detuvo como responsable del ataque al joven de 28 años, a quien acusó de actuar por motivos económicos. "El acusado quería enriquecerse", escribió la Fiscalía en la acusación. La Fiscalía alemana lo acusa, entre otras cosas, de 28 intentos de asesinato.
Según las pesquisas, el hombre, un técnico electrónico de profesión, había activado los explosivos con el objetivo de ganar dinero, después de adquirir el mismo día del ataque 15 mil opciones de compra de títulos del Dortmund, el único club de la Bundesliga que cotiza en Bolsa. W. fue detenido diez días después del atentado tras ser vigilado por la Policía.
"Si durante el atentado hubieran resultado gravemente heridos o muertos varios jugadores o incluso todos, y el club no hubiera podido jugar durante un tiempo ni a nivel nacional, ni internacional, esto habría tenido una influencia muy negativa en las acciones del club", escribieron en la demanda.