Los retrasos de Edinson Cavani y de Javier Pastore a su vuelta de las vacaciones navideñas y los comentarios al respecto del capitán, Thiago Silva, han sembrado la discordia en el vestuario del PSG en un momento en que sube la presión ante su próximo choque europeo contra el Real Madrid.
Ambiente tenso
La prensa deportiva francesa refleja esas disputas en público entre miembros de la plantilla, después del ataque lanzado ayer en las redes sociales por Pastore contra Thiago, y critica que el entrenador, Unai Emery, y el director deportivo, Antero Henrique, no hayan tenido una estrategia clara y firme para atajar polémicas.
Javier Pastore reprochó al brasileño sus comentarios de la víspera en los que decía que el equipo vive 'un momento muy importante y que tenemos que seguir todos unidos aunque ellos (Pastore y Cavani) hayan hecho un gesto que no es bueno para el grupo. Hay que pensar antes de hacer gestos así, no es bueno para todo el mundo', aseguró Thiago causando revuelo en el camerino galo.
El argentino replicó que nunca había hablado con Thiago Silva ni de mi problema ni de mi futuro. 'Nunca he puesto presión a nadie. No es mi estilo. No conocía el problema que tuve y que me hizo llegar tarde. Y repito: mi sueño ha sido siempre irme el último (del PSG). Siempre he sido leal. No es verdad que me quiera ir. Me gustaría quedarme para acabar mi carrera', respondió Javier Pastore.
El golazo de Farfán ante Nueva Zelanda
Para L'Équipe, con este enfrentamiento han resurgido las tensiones entre los brasileños y los otros sudamericanos del PSG, que ha experimentado un cambio desde la llegada de Daniel Alves y, sobre todo, de Neymar.