No podemos decir que el Valencia no intentó un fichaje de última hora, porque la idea del club fue esperar, aunque finalmente no surgiera esa oportunidad en el mercado que finalmente que tanto se esperó. No se colmó la expectativa de una afición que clamaba por un refuerzo en el lateral derecho que impulsara el nivel en una posición en la que las dudas resuenan en cada encuentro y donde cada duelo individual que tiene lugar ahí hace temblar al valencianismo por el peligro que conlleva.
El conjunto che lo apostó todo a una carta, tal y como señala Súper Deporte. Joao Cancelo era la opción, y tras la opción no existía un plan ‘B’. El trabajo del club pasó por gastar todo su esfuerzo en esperar al lateral luso cedido en el Inter de Milán y que este acabara forzando su salida de la mano de su agente, un Jorge Mendes que esta vez de poco ayudó, puesto que la negociación no fructificó del lado que desde las oficinas de Mestalla se esperaba y el polivalente jugador en propiedad del Valencia no podrá retornar hasta verano, siempre y cuando los neroazzurros no ejerzan la opción de compra que tiene sobre él.
En el momento en que la carta del portugués se cayó de la baraja, al Valencia se le apagaron las luces en el mercado. Tras Vietto y Coquelin, el cuadro valencianista no sabía hacia qué lugar moverse. La restricción económica que ataba al Valencia era un elemento muy presente y en lo deportivo, tratando de sumar a un jugador que mejorara lo presente y por el cual se pudiera tener una opción real de que permaneciera en plantilla, limitaba el nivel de actuación. Los séquitos de Peter Lim se plantaron a la espera de una oportunidad, y esta no llegó.
Ahora el Valencia deberá aguantar hasta el final de temporada con Martín Montoya y Nacho Vidal en esa demarcación, en una situación que genera una gran parte de síntoma de desconfianza por parte de la hinchada valencianista. De momento, el primer match-ball tras el cierre del mercado invernal se ha traducido en una buena actuación del carrilero catalán, que logró bloquear por su costado al FC Barcelona en el duelo de Copa del Rey. Esta es la línea que esperaría la grada de Mestalla para no señalar la banda derecha como uno de los problemas más grave que deje la presente campaña.