BARCELONA -- Jordi Alba sufrirá este jueves en Mestalla su infierno particular. El defensa del Barcelona jugó durante tres temporadas en el Valencia y cada vez que regresa al que fue su campo entre 2009 y 2012 encuentra un ambiente más hostil por parte de la hinchada local.
Al Barça le espera un partido de alto voltaje, con un ambiente que avisó Valverde “muy fuerte”, para conquistar un record histórico en la Copa, pero por encima de todo, más allá de lo que espera a Lionel Messi, a Luis Suárez o incluso a Gerard Piqué, es Jordi Alba el futbolista señalado en Valencia. De forma indisimulada.
“No entiendo la razón de que me reciban así y me duele. Lo único que pido es que me tengan el respeto que yo tengo por ellos y por el club”, clamó Alba al final del partido de Liga en noviembre, que acabó con empate gracias a un gol suyo en la recta final.
Al lateral azulgrana le fichó el Valencia en julio de 2007, pagando 6 mil euros al Cornellá. Jugó una temporada cedido en Tarragona y a partir del verano de 2009 se convirtió en el carrilero zurdo por excelencia en el equipo che, sumando 110 partidos hasta que en plena disputa de la Eurocopa de 2012 fue traspasado al Barcelona, en el que había jugado en edad infantil y cadete, por 14 millones de euros.
“Vine gratis al Valencia y dejé mucho dinero al club. Siempre estaré agradecido pero decidí irme al Barcelona, que es mi casa y el mejor club del mundo... Deberían entender eso”, explicó Alba, quien no entiende que mientras por jugadores como Villa, Mata o Silva se guarda un excelente recuerdo en Mestalla, el lateral del Barcelona sufre una ira exagerada por parte de la misma hinchada.
“Le criaron futbolísticamente en Valencia y se marchó sin ninguna clase de agradecimiento, no quiso renovar y apretó todo lo que pudo para que no fuera un traspaso muy alto”, explicó a ESPN Roberto Ferriol, periodista de RadioEsport Valencia, como argumento a los pitos que recibe el catalán por parte de la afición de Mestalla.
Dos victorias y tres empates ha cosechado Jordi Alba en el campo del Valencia como futbolista del Barcelona y a cada uno de esos cinco partidos la animadversión de la afición local ha sido más llamativa. Este jueves, con el billete a la final de Copa en juego, el lateral azulgrana sabe que vivirá otro infierno particular.