El Chelsea, rival del Barcelona en los octavos de final de la Liga de Campeones, logró, gracias a una actuación excepcional de Eden Hazard, un balsámico triunfo ante el West Bromwich (3-0) en el partido que completó la vigésima séptima jornada de la Premier.
El colista de la Liga inglesa, pese a la derrota, tuteó durante muchos minutos a los de Antonio Conte.
Envalentonado por la crisis de juego y resultados por la que atraviesa el conjunto londinense, el West Bromwich no sólo se atrevió a discutir de partida la posesión del balón a los locales, sino que, incluso, se mostró más incisivo que el Chelsea en los minutos iniciales.
Y eso que el West Bromwich, un equipo que sólo ha sido capaz de ganar uno de sus últimos veinticuatro partidos ligueros, se quedó a los cuatro minutos sin su principal referencia ofensiva, el delantero Daniel Sturridge, que tuvo que abandonar el campo lesionado.
Una baja que no aplacó la ambición ofensiva de los visitantes, que en los siguientes minutos dispusieron de dos buenas ocasiones para adelantarse en el marcador.
Pero ni el venezolano Salomón Rondón, que vio cómo su remate de cabeza se marchó desviado, ni Jay Rodriguez, que se precipitó en su remate cuando tenía todo a favor para encarar en un mano a mano al portero del Chelsea Thibaut Courtois, acertaron con la portería local.
Esa jugadas parecieron despertar definitivamente a los de Antonio Conte, que devolvieron los golpes a su rival con tres peligrosas aproximaciones en los siguientes compases del encuentro.
Todo un problema para el West Bromwich dada la diferencia de calidad, pese al mal momento del Chelsea, entre el colista de la categoría y el conjunto local.
La diferencia de talento la personificó el belga Eden Hazard, que tras ver cómo el francés Olivier Giroud, que hoy formó por primera vez como titular desde su llegada al Chelsea, desaprovechó a los 20 minutos una magnífica asistencia suya, asumió toda la responsabilidad ofensiva de los "blues".
Cinco minutos después, el belga abrió el marcador para los locales al culminar una excelente pared con Giroud en el interior del área.
El gol pareció calmar definitivamente al Chelsea, que, poco a poco, fue adueñándose del encuentro, aunque sin acabar de doblegar por completo a un West Bromwich que con tan sólo un gol de desventaja en el marcador siguió soñando con dar la sorpresa en su visita a Stanford Bridge.
Su sueño estuvo a punto de convertirse en realidad a los 57 minutos, cuando el delantero venezolano Salomón Rondón, tras ganarle la partida a un inocente Andreas Christensen en un balón largo, vio cómo Courtois evitaba el que parecía el gol del empate.
El West Bromwich volvió a rozar la igualada en el consiguiente saque de esquina, con un cabezazo del central Jonny Evans, que ganó la partida a los estáticos defensores locales.
Pero cuando más factible parecía el gol de los visitantes llegó el 2-0 para el Chelsea, obra del nigeriano Victor Moses, que resolvió a los 63 minutos en el área una pared con el español Cesc Fàbregas a la que contribuyó de manera decisiva el central Craig Dawson.
Quien no necesitó ningún tipo de ayuda fue Hazard, que cerró a los 71 minutos el marcador para los locales con un preciso zurdazo tras un pase del español Álvaro Morata, que regresó a los terrenos de juego tras casi un mes de ausencia por problemas de espalda.
Un triunfo que sirve al Chelsea para regresar a los puestos de acceso a la Liga de Campeones y para romper una racha de dos derrotas consecutivas, que había puesto en duda la solvencia de los londinenses e incluso la continuidad de Antonio Conte en el banquillo "blue".