Son pocos partidos como para realizar un análisis y sacar una pronta conclusión. Sin embargo, la teoría y la práctica coinciden hasta el momento en un punto: sin socios, no hay Alexis Sánchez. Sin aliados, el chileno no gravita en el juego. Es apenas una constante amenaza que no termina de pasar a ser un hecho.
¿Falta conocerse más con sus compañeros? Sí, está claro: lleva menos de dos meses en Manchester United. Encima, Juan Mata, el hombre que más lo entiende o el hombre que parece entenderlo más, se ubica muy lejos para que ambos dialoguen con el balón por el césped, armando paredes constructivas. El exquisito español, ante Sevilla, tuvo que cumplir el rol de extremo derecho que a veces es carrilero, mezcla de lateral y volante, llegando casi sin fuerzas a posición ofensiva.
Paul Pogba, con su ingreso por la lesión de Ander Herrera, dejó en claro que tampoco se entiende todavía muy bien con el chileno, que faltan ajustar piezas: se buscan poco. Similar situación sucede con Romelu Lukaku, el centrodelantero de los Diablos Rojos: el belga, en el primer tiempo, tuvo una opción bien clara para abrir el marcador tras un gran pase del delantero de La Roja sudamericana, pero no pudo canjearla por gol.
El problema, por supuesto, hace recordar las épocas de Alexis en Arsenal, donde padecía bastante la falta de socios: si no estaba Mesut Özil, el tocopillano sufría el encuentro y el equipo de Londres sufría el resultado…