El entrenador del Mánchester City, el español Pep Guardiola, desafió a las autoridades futbolísticas inglesas al lucir de nuevo este domingo en Wembley, en la final de la Copa de la Liga ante el Arsenal, un lazo amarillo para reclamar la liberación de cuatro líderes independentistas catalanes.
La Federación Inglesa (FA) anunció el viernes la apertura de un expediente sancionador contra el técnico por "llevar un mensaje político, específicamente un lazo amarillo", que vulnera las reglas del organismo.
Guardiola, que lleva el lazo en todos los partidos y conferencias de prensa desde finales del año pasado, tiene hasta el lunes 5 de marzo a las 18:00 (GMT y locales) para responder a la acusación.
En diciembre, el entrenador ya avisó que no le importaba acabar suspendido por este motivo.
"Hago esto porque en España dos personas precisas que defienden algo como votar (...) están en la cárcel. Es injusto", dijo entonces refiriéndose a Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, los dos primeros líderes independentistas encarcelados (en la actualidad hay otros dos, Oriol Junqueras y Joaquim Forn).
"Si me quieren suspender -la UEFA, la Premier League, la FIFA-, está bien. Estaré suspendido", dijo en conferencia de prensa.
Los cuatro líderes fueron encarcelados preventivamente a finales del año pasado tras el referéndum de independencia del 1 de octubre, prohibido por la justicia española, y la fallida proclamación de secesión.
Se les acusa fundamentalmente de rebelión y sedición, dos delitos que acarrean duras penas de cárcel.
El entrenador portugués Jose Mourinho, gran rival de Guardiola desde que entrenaban respectivamente al Real Madrid y al FC Barcelona, se quejó en su momento de lo que consideraba un trato de favor de la FA a su homólogo. (D)