Tan fácil como que "si está en la lista es que puede jugar", tal y como suele repetir Ernesto Valverde cuando se le pregunta por la presencia en la lista de convocados de un jugador con molestias. El caso de Andrés Iniesta no es excepcional, especialmente teniendo en cuenta la progresión de los últimos días después de sufrir una lesión en el bíceps femoral de la pierna derecha hace diez días ante el Atlético. Es duda para recibir al Chelsea desde entonces pero su evolución mantiene viva incluso la llama más pesimista.
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Porque el manchego entrenó con total normalidad en la última sesión preparatoria, la del martes. Antes de la misma, Valverde había comentado que "tenemos que ver si el riesgo es excesivo o no" teniendo en cuenta las circunstancias. Es decir, en caso de pasar ronda y de que Iniesta jugara y tuviera la mala suerte de sufrir una recaída podría estar en la ida de los cuartos de final de la Champions League, que se disputarán dentro de tres semanas, sin perder de vista la final de la Copa del Rey del próximo 21 de abril.
Y tampoco hay que olvidarse de Philippe Coutinho, que no puede jugar en la Champions League pero que, en este contexto, se antoja como un jugador decisivo en el tramo final de la Liga y quien sabe si también en la final copera. Para eso se le fichó, para darle el relevo a un Iniesta que sigue siendo vital para el Barcelona. Fue él quien recuperó el balón en Stamford Bridge y se lo dio a Leo Messi para que estableciera el valiosísimo empate que debe abrir las puertas de los cuartos de final al Barcelona. Sin él, todo es más difícil. Y, precisamente por esto, tiene todos los números de ser titular esta noche.