El verano de 2018 implicará de nuevo la marcha de aquellos jugadores que o bien no han logrado ganarse la plena confianza de Zinedine Zidane o simplemente no han logrado alcanzar el rendimiento que se esperaba. En este grupo de hipotéticos descartes del Real Madrid figurarían ya los zagueros Achraf y Jesús Vallejo; los centrocampistas Marcos Llorente y Dani Ceballos, o el atacante Borja Mayoral.
Hasta aquí, nada nuevo, ya que durante los últimos años, los de Chamartín han aprovechado cada ventana estival para deshacerse de futbolistas de este tipo. De hecho, el pasado verano, la entidad ya enseño el camino de salida a jugadores sin un gran recorrido en los planteamientos de Zizou, como Álvaro Morata, James Rodríguez, Mariano Díaz, Danilo o Fabio Coentrao.
Sin embargo, lo que sí sorprende de la operación salida que ya está diseñando el combinado de Chamartín de cara al próximo mercado estival es la posible inclusión de tres jugadores que, en teoría, sí que entraban en sus planes de futuro. Se trata de, según cuenta el diario As, el español Isco, el galés Gareth Bale y el croata Mateo Kovacic
Con la venta de cualquiera de estos jugadores, el club blanco pretende hacer hueco a las nuevas estrellas que tratará de reclutar y, de paso, obtener una importante cantidad de dinero con la que afrontar, precisamente, esas contrataciones. En el caso del malagueño, se señala al Manchester City como máximo favorito para hacerse con sus servicios; en el del británico a, como es lógico, el Manchester United; mientras que en el balcánico se apunta a un elenco de pretendientes en el que tendrían cabida Inter de Milán, AS Roma, AC Milan y Tottenham.