BARCELONA -- El Barcelona acelera, con urgencia, la planificación de la próxima temporada y en plena tormenta alrededor del Camp Nou volvió a aparecer el nombre de Jordi Cruyff, a quien según una información de la cadena RAC1 la directiva de Josep Maria Bartomeu quiere reclutar este verano.
El hijo del mítico Johan Cruyff ya desestimó en julio de 2017 un ofrecimiento del Barça para sumarse a la estructura deportiva, solventando que prefería mantenerse en el banquillo del Maccabi. La situación ahora es distinta por cuanto Jordi dejará Israel al acabar este curso, aunque faltaría por ver su encaje dentro de la organización que comanda Pep Segura, manager general deportivo.
Jordi, quien decidida su marcha del Maccabi no descarta ningún escenario futuro, podría contemplar este retorno al Camp Nou… dependiendo de la capacidad de decisión que se le ofreciera en el club. Una simple figura decorativa, desde luego, no sería por lo que su fichaje se entendería encuadrado en una auténtica revolución dentro de la estructura deportiva del Barça.
El desastre de Roma ha variado absolutamente el semblante en los despachos del club, donde la figura de Roberto Fernández ha pasado del elogio al derrumbe y a estas alturas su salida al acabar la temporada se sospecha sentenciada.
El nombre de Jordi Cruyff, quien en marzo anunció que a final de temporada se marchará de un Maccabi en el que ha trabajado con evidente acierto desde 2012, no es nuevo en el Barça. Su relación personal con Bartomeu es muy fluida y hasta cercana desde la muerte de su padre hace dos años y si ya en enero de 2015 se especuló con su fichaje, con el paso del tiempo su figura no ha parado de ganar peso en los despachos del club.
“El Barcelona debe mantener fidelidad a su estilo”, explicó en su día Jordi a ESPN, durante una entrevista en la que dejó la puerta abierta a cualquier opción de futuro regreso pero mostrándose taxativo en cuanto a sus ideas futbolísticas.
Su trabajo en el Maccabi mostró bien a las claras esta filosofía, que conoció desde siempre a través de su padre y que no ha dudado en mantener. “El futuro no puede predecirse, pero está claro que el Barça es mi casa”, solventó en aquella entrevista, durante la cual elogió la elección de Valverde como nuevo entrenador… Lo que invita a suponer que sería, hoy, favorable, a pesar de todo, a la continuidad del técnico.