Julio César, el arquero brasileño que hizo llorar a Messi con sus atajadas y que recibió los 7 goles de Alemania en el Mundial de Brasil en 2014, se retiró de su vida profesional tras su último partido con el Flamengo, club que derrotó al América Mineiro 2-0 en la segunda jornada del campeonato.
El estadio Maracaná fue el escenario donde el guardameta, con una evidente nostalgia en su rostro y acompañado de su esposa y sus hijos, disputó con el Flamengo su último partido.
En la noche que marcó la jubilación de Julio Cesar, la hinchada del Flamengo, llenó el Maracaná para reverenciar su ídolo.
Al terminar el partido contra el América Mineiro, sus compañeros del club carioca corrieron a abrazarlo y su hinchada cantó su nombre y lo ovacionó mientras el arquero daba la vuelta olímpica en el Maracaná.
En sus 20 años como futbolista profesional, Julio César disputó 444 partidos a nivel de clubes y 87 con la selección brasileña, con quien asistió a los mundiales de Alemania 2006, Sudáfrica 2010 y Brasil 2014.
En el año 2010, el guardameta fue campeón de la UEFAChampions League con el Inter de Milán tras eliminar al Barcelona en las semifinales, momento que el portero cataloga como el mejor de su carrera tras haber hecho llorar a Lionel Messi con sus atajadas.
“Dicen que mi momento fue la atajada a Messi en la semifinal de la Liga de Campeones en Barcelona, y tal vez tengan razón por ser ese partido, ese momento y contra ese adversario. Yo hice llorar a Messi”, reveló esta semana en una entrevista con La Gazzetta dello Sport.
Después de su debut con el Flamengo en el 2002, el arquero brasileño militó en siete equipos entre los que se destacan el Inter de Milán, el Chievo Verona, el Benfica de Portugal, el Queens Park Rangers de la Premier League y el Toronto de la MLS.
Con Inter, consiguió 13 títulos, incluida una Champions League y un Mundial de Clubes, y en los últimos años de su carrera sumó otros cuatro títulos con el Benfica de Portugal.
Julio César, quien a los 38 años abandonó el fútbol profesional, también fue protagonista de uno de los peores encuentros de la historia de Brasil en los Mundiales cuando el gigante sudamericano perdió contra Alemania 1-7 en las semifinales de la Copa del Mundo 2014 de su país.
Una hinchada emocionada, un cartel enorme que decía “Julio César eres nuestro orgullo” y un “Gracias Julio César” en las pantallas gigantes del Maracaná, acompañaron los últimos momentos de la vida profesional del arquero brasileño.