Aunque el objetivo de acabar la Liga sin cosechar ni una sola derrota resultaba atractivo, el técnico del FC Barcelona, Ernesto Valverde, quiso aprovechar el choque ante el Levante, correspondiente a la penúltima jornada de Liga, para dar minutos a varios jugadores que, por unos motivos u otros, no han gozado de la continuidad oportuna a lo largo del curso.
El resultado del encuentro, 5-4 a favor de los granotas, evidencia que la apuesta no salió tan bien como seguramente deseaba el Txingurri. Es más, puede decirse, que sólo el empeño de Philippe Coutinho (autor de un hat trick), evitó que el marcador reflejase unos números que habrían resultado aún más sonrojantes para la entidad.
Lógicamente, son muchos los factores que dieron pie a este resultado. Entre ellos, la desastrosa actuación de Yerry Mina, futbolista que venía reclamando una oportunidad desde que aterrizó en el Camp Nou y que ayer, justo cuando tenía la ocasión de reivindicarse, firmó un partido muy pobre en el que evidenció que ni su ritmo de juego ni su concentración están aún a la altura de lo esperado. «Pesadilla para Yerry Mina en el Ciutat de Valencia», «Yerry Mina, retratado en los cinco goles recibidos» o «Yerry, una mina de oro para el Levante» son algunos de los titulares que hoy pueden leerse en prensa.
Tras perder esta oportunidad, el futuro de Mina en la entidad queda cada vez más comprometido. El club valora incorporar un nuevo central y necesita, además, liberar una plaza de extracomunitario para poder dar la bienvenida a Arthur. Por ello, y porque el cafetero no termina de arrancar, no sería extraño que, como mínimo, saliese cedido el curso que viene. Eso sí, para restar algo de presión al jugador, Valverde aprovechó los instantes posteriores al choque para salir en defensa de su pupilo. «Yerry, viendo el resultado, piensa que los defensas han tenido un día horrible. Ha tenido personalidad en momentos determinados del partido. No lo he visto mal. Hay que tener en cuenta la efectividad que ha tenido el rival», aseveró.