“No vamos a defender lo inexcusable”. Más allá de ser dicho enunciado un criterio compartido por quienes rechazan –realmente, y con acciones– la violencia y demás situaciones arcaicas en el fútbol nacional, se trata de la postura de Miguel Almeida, presidente de Universidad Católica. La dijo luego de que un DT de divisiones formativas camarata agredió a un árbitro durante un partido.
Es apenas una de las irregularidades del fin de semana en canchas del país y que se suman a otras igual de “bochornosas” del pasado, según analistas.
El sábado, Adolfo Monsalve, entrenador de la sub-18 del equipo santo, se abalanzó con una patada sobre uno de los réferis del encuentro frente a Aucas. La imagen fue captada y reproducida en redes sociales. Católica resolvió apartarlo en consecuencia, decisión tardía a criterio de Mario Canessa.
“Siempre, en estos escenarios terroríficos, aprendemos y rectificamos; pero se vienen presentando semana a semana y no nos adelantamos a lo que puede suceder”, estimó el exdirigente deportivo y comentarista de radio Diblu. “El gremio arbitral debería seguirle una acción penal (al agresor)”.
El suceso ocurrió un día después de que en la cancha alterna 2 del estadio Monumental, durante un juego de la sub-16 entre Barcelona y Guayaquil City, un hincha identificado con el elenco albiceleste logró ingresar al campo y atacó al juez principal. Este debió suspender el partido tras lo cual alegó “falta de garantías”, puesto que “no hubo policías” en el escenario y “el equipo local (los canarios) no presentó camilleros”.
El club torero respondió, mediante un comunicado, que el agresor –identificado como Milton Chila Vera– “evadió la seguridad privada”, y afirmó la presencia de personal policial en el escenario; no obstante, no se refirió a la documentada ausencia del mencionado personal de auxilio médico.
“No entra siquiera en funcionamiento la Liga Profesional y ya nos encontramos con actos bochornosos”, señaló Paco Álvarez, analista de Caravana, respecto de lo sucedido en Quito y en el Puerto Principal.
Ambos acontecimientos pueden ser enmarcados junto con lo acontecido el pasado 25 de abril en la serie B, cuando Pedro Romo, futbolista del Gualaceo, debió esperar hasta 20 minutos para ser atendido por una ambulancia que no estuvo inicialmente en el estadio 9 de Mayo de Machala, sino hasta que ocurrió una emergencia.
Se trata de situaciones en el balompié local que representan “un verdadero caos”, a criterio de Canessa.
“Estamos en una época de barbarie futbolística en el país. Son situaciones terribles que dejan mal parado al fútbol nacional”.
En efecto, hubo disculpas y lamentos por parte de las dirigencias de Universidad Católica y Barcelona, específicamente; sin embargo, son hechos a los que no se les puede permitir “enraizarse más o serán un enemigo que difícilmente podrá ser eliminado”, dijo Álvarez, a propósito de la reciente creación de la Liga Profesional de Fútbol.
“Son temas que deben ser tratados con suficiente responsabilidad por parte de nuestros dirigentes deportivos. De continuar manejándose el fútbol como es actualmente, habrá un perjuicio (mayor)”.
Canessa apostilló: “Tal vez no estemos totalmente listos (para albergar una Liga Profesional), pero esta deberá exigirlo. No es solamente salir bien uniformados y que el público vaya a los escenarios; el espectáculo requiere más cosas. El fútbol siempre será pasional, pero hay normas que mitigan los incidentes ya vistos”.
Pareciera una etapa en que el fútbol local se desarrollase en la selva. Seguimos aprendiendo con la experiencia, en vez de adelantarnos.
Mario Canessa, exdirigente deportivoNo toleramos los hechos acontecidos el sábado. El técnico (partícipe) está ya fuera del club y se analizan sanciones a demás implicados.
Miguel Almeida, pdte. de Católica
(D)