El capitán del Real Madrid Sergio Ramos cuestionó la decisión de la UEFA de jugar la final de la Champions League en Kiev, al persistir los problemas de los aficionados para sus traslados.
La capital ucraniana ha sido desbordada por el flujo de aficionados de todas partes del mundo en la previa del partido el sábado. Sus dos aeropuertos no dan abasto por la cantidad de vuelos y los precios de los hoteles han alcanzado niveles astronómicos.
Cerca de un millar de hinchas de Liverpool quedaron varados cuando cuatro vuelos fueron cancelados el jueves al no tener el permiso para aterrizar, aunque luego se añadió otro vuelo. Una cantidad similar de hinchas del Real Madrid devolvieron sus entradas, rindiéndose ante las dificultades para hacer el viaje.
“Trasladarse a ciertos países puede ser un poco más complicado. Estoy seguro que muchos fans hubieran preferido un partido más cerca de casa para facilitarles”, dijo Ramos el viernes. “Esto debería tomarse en consideración cuando se organización estas finales”.
“Por lejanía o por costes muchos no han podido venir, pero sentiremos el cariño de los que están en casa y delante de las pantallas gigantes”, añadió Ramos.
Ucrania apostó a la final para recibir una inyección financiera y apuntalar su imagen. La UEFA le confirió la sede en 2016 sin mediar un proceso de candidaturas.
Es un inusual momento de prestigio para el país tras los convulsos años recientes por el conflicto con separatistas que cuentan con el respaldo de Rusia y severos problemas económicos. También es contrapeso a la Copa Mundial que su rival Rusia inaugurará dentro de tres semanas.
Pero el momento de gloria de Ucrania ha quedado marcado por la polémica.
“Es decepcionante y es muy duro que ellos no han podido venir”, dijo el volante de Liverpool Jordan Henderson sobre los hinchas que quedaron varados. “Estoy decepcionado por ellos por no haber podido llegar, pero confío que encontraron una ruta alternativa”.
Además, dos personas resultaron heridas el jueves en una agresión hooligan, en la que fanáticos ucranianos golpearon a seguidores de Liverpool.
La final del próximo año se jugará en Madrid, que superó a Bakú, la capital de Azerbaiyán, tras el primer concurso formal hecho por la UEFA. (Fuente: AP)