Antoine Griezmann marcará la actuación del FC Barcelona durante el mercado estival. Si el galo acepta la oferta azulgrana, la directiva se verá obligada a abonar los 100 M€ de su cláusula de rescisión y dispondrá de, por tanto, un menor margen económico para afrontar otros fichajes. De lo contrario, su capacidad de maniobra será mucho mayor.
Este condicionante se deja notar, y mucho, en los planes que el club catalán ha diseñado para mejorar las prestaciones de una medular que ha sufrido la baja de Andrés Iniesta, que también dirá adiós a André Gomes y en la que sus dos principales sustentos, Sergio Busquets e Ivan Rakitic, ya rondan la treintena.
Si se ficha al aún delantero del Atlético de Madrid, el Barça valorará tres opciones de, digamos, menor coste. En principio, el brasileño Arthur Melo sería el favorito, pero tanto por el hecho de que el Gremio no quiere permitir su desembarco en Europa hasta enero como por la sensación de que el jugador necesitará un tiempo para aclimatarse, la directiva maneja otro par de opciones: el holandés Frenkie de Jong (Ajax de Ámsterdam) y el ruso Aleksandr Golovin (CSKA Moscú).
Si Griezmann opta por permanecer en el Metropolitano, la entidad culé podrá abrir la mano y plantearse inversiones más ambiciosas. Según Marca, este escenario provocaría la entrada en escena del bosnio Miralem Pjanic (Juventus), el danés Christian Eriksen (Tottenham) y el español Thiago Alcántara (Bayern Múnich). Eso sí, en este último caso, Mundo Deportivo apunta en dirección contraria y señala: «Los planes deportivos que se manejan hoy por hoy en los despachos del Camp Nou no pasan por repescar a Thiago (...) Al internacional brasileño de 27 años se le considera un gran jugador, obviamente, pero ahora la inversión en objetivos para reforzar el centro del campo irá para el brasileño Arthur Melo y el holandés Frenkie de Jong».