Aleksandr Golovin ha aprovechado los primeros partidos del Mundial de Rusia para exhibir su considerable talento y consolidarse como uno de los jugadores más apetecibles del actual mercado europeo. El ruso, de solo 22 años, se ha erigido en uno de los pilares de la Selección de Rusia y clubes de la talla de Juventus, Chelsea, Arsenal o FC Barcelona ya han comenzado a plantearse seriamente su contratación.
En el caso de la entidad culé, los informes que manejan los dos máximos responsables de la secretaría técnica, Éric Abidal y Ramón Planes, especifican que el centrocampista podría encajar como un guante en los planteamientos del primer equipo, ya que se trata de un jugador que destaca por su polivalencia, su buen manejo de balón, una importante capacidad de asociación y una evidente facilidad para pisar el área rival. Asimismo, se destaca que tanto su precio (de unos 30 M€) como su salario se encuentran dentro de los márgenes económicos en los que se mueve la entidad.
Eso sí, en dicho documento también se incluyen algunos aspectos que pueden levantar dudas sobre la idoneidad de su fichaje. El más importante, el relacionado con el idioma, ya que Golovin apenas se maneja en inglés y, lógicamente, desconoce casi por completo tanto el castellano como el catalán. Además, el hecho de que otros muchos compatriotas no hayan logrado triunfar lejos de su país (se recuerdan los casos de Andrei Arshavin, Roman Pavlyuchenko o Yuri Zhirkov) actúa igualmente como freno.
Sea como fuere, lo que sí parece claro es que será a lo largo de las próximas semanas cuando el futbolista ponga fin a su relación con el CSKA Moscú, conjunto con el que ha acumulado 113 partidos oficiales (13 goles, 11 asistencias). «Eso son cosas del club, del CSKA con el que tengo contrato en vigor hasta el 30 de junio del 2021. ¿Barça? Hay rumores que halagan mucho», reconoció ayer mismo al ser consultado por su futuro.