Los tiempos cambian, y en el fútbol lo hacen a una velocidad que no somos capaces de prever en muchas ocasiones. El Atlético de Madrid ha experimentado profundas transformaciones desde la llegada de Diego Simeone, que lo ha convertido en un club de referencia en todo el planeta fútbol.
El subcampeonato en Liga, la nueva Europa League y la renovación de Antoine Griezmann son hitos que, si los miramos con perspectiva, nos dan una idea de la nueva dimensión del equipo colchonero. De hecho, vamos viendo que este verano es sin duda la más activa de las grandes escuadras de la Liga en el mercado de fichajes.
Tras seis años desde la llegada del entrenador argentino, comenzará esta próxima campaña una nueva era en el club con el citado delantero francés como referente, pero también sin dos de los grandes símbolos de los últimos años como son Fernando Torres, que ya se despidió del Vicente Calderón, y el hasta ahora capitán, Gabi.
«Quiero volver cuanto antes, todos saben que la considero mi casa y ayudaré desde el club o con una bufanda en la mano. Primero a aprender inglés, a prepararme y en dos o tres años espero estar aquí. Me encanta el fútbol y me preparare si tiene que llegar, llegará», afirmaba el mediocentro durante su despedida del pasado martes.
Se marcha con seis títulos bajo el brazo, con dos espinas solamente que son no haber jugado con la Selección Española y no haber levantado la ansiada Liga de Campeones. No obstante, el club del que se va es diferente al que llegó, y las ambiciones del mismo ya están puestas en la final de la Champions de 2019 que se jugará en el Metropolitano.