El pasado miércoles, el Real Madrid presentó en sociedad a Álvaro Odriozola, futbolista que reforzará una posición, la de lateral diestro, que a día de hoy parece muy bien cubierta por un especialista de la talla de Dani Carvajal y un jugador tan polivalente como Nacho.
Aunque el guipuzcoano ha experimentado una notable progresión en los últimos tiempos y ha mostrado un amplio elenco de cualidades en las apenas dos temporadas que ha militado en la primera plantilla de la Real Sociedad, lo cierto es que a día de hoy cuesta asignarle un rol que vaya más allá que de habitual suplente.
«Cuando vienes al Real Madrid te enfrentas a las mayores competencias. Carvajal siempre ha sido un referente y uno de mis ídolos, pero vengo a pelear el puesto y eso será bueno para el Real Madrid. No me da miedo ningún reto. Respeto a Carvajal,al que tengo como un referente, pero vengo a pelear al cien por cien por esta camiseta», reconoció el jugador durante su primera rueda de prensa.
Tal vez, el gran aliado del donostiarra sea el nuevo técnico blanco, Julen Lopetegui. De hecho, fue el de Asteasu el que decidió su presencia en el Mundial de Rusia por delante de Sergi Roberto. «Estoy eternamente agradecido a Lopetegui por haberme permitido ir al Mundial y ahora por estar en el Real Madrid. Vamos a intentar escribir juntos la historia del Real Madrid», aseveró. Eso sí, tras la precipitada salida del entrenador, su sucesor en España, Fernando Hierro, no le dio la oportunidad de debutar en el torneo y tiró de los citados Carvajal y Nacho para cubrir ese flanco.
Aunque las comparaciones resultan odiosas, hay otro par de hechos que invitan a mirar su futuro en la Casa Blanca con cierta cautela. El primero, el relacionado con el discreto papel que vienen jugando otras jóvenes apuestas del club como Dani Ceballos, Theo Hernández o Jesús Vallejo, y el segundo, con la experiencia ya vivida por Danilo, carrilero que nunca pudo superar la competencia de Carvajal y acabó abandonando el club de forma precipitada.