El fuego robado a los dioses ya ilumina los Juegos Panamericanos Lima 2019 y calentará el corazón de todos los amantes del deporte. Esa llama llamada Fuego Nuevo se encendió en Teotihuacán, México, el pasado martes. El miércoles llegó al Cusco, uniendo dos culturas milenarias del continente, y desde el jueves recorre el país.
Pero no siempre se encendió la llama Panamericana en Teotihuacán. Se usó desde la primera edición, en Buenos Aires 1951, pero en aquella ocasión la llama llegó desde la misma Olimpia, Grecia, donde se enciende la Llama Olímpica. Recién desde la undécima edición de La Habana 1991 es que en Teotihuacán se hace el encendido de la llama.
El último jueves se encendió la Antorcha Panamericana en la ciudadela de Machu Picchu. La llama Panamericana recorre gran parte del país hasta llegar a la inauguración de Lima 2019 el próximo 26 de julio.
En Machu Picchu se escenificó un antiguo relevo chasqui para empezar con el recorrido de la Antorcha. Genaro Contreras (chasqui), Edwin Cobos (Inca) y Fernando Astete, ex director del Parque Arqueológico (primer relevista) fueron los protagonistas.