El primer entrenamiento de la selección en Río de Janeiro no fue el esperado. Perú llegó hasta el complejo deportivo del Fluminense, en donde pasó una serie de incomodidades que no estaban previstas, teniendo en cuenta que ya había práctica ahí durante su estadía en esta ciudad en la primera fase de la Copa América. A pesar de ello, el equipo de Gareca le puso buena cara a la tempestad -además llovió de manera torrencial- y sumó horas de trabajo pensando en la final del domingo frente a Brasil.
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Durante la sesión de ayer, Edison Flores, quien tuvo que dejar el campo contra Chile por un golpe, realizó trabajo diferenciado. Igual, hay confianza en el comando técnico y médico de que ‘Oreja’ llegue al duelo en el Maracaná.
Saliendo del plano deportivo, la delegación nacional tuvo inconvenientes desde que llegó a las instalaciones del Fluminense. A pesar de que había una programación de Conmebol, el campo de entrenamiento estaba ocupado por los juveniles del club brasileño, lo mismo que el gimnasio, el cual tuvieron que compartir.
Luego, al comando técnico no le dieron la sala de reuniones. Tampoco le facilitaron la sala de prensa del complejo, por lo que se suspendió la conferencia que estaba pactada. A ello, los jugadores no pudieron usar las tinas para crioterapia. Todo esto, obviamente generó molestia en la Blanquirroja.
Según pudo conocer El Comercio, la Federación Peruana de Fútbol hizo el apunte de los incidentes en las instalaciones del Fluminense a la Conmebol, de forma muy respetuosa. El máximo ente del fútbol sudamericano lamentó los hechos del viernes, al tiempo que descartó que se haya tratado de un acto de mala fe. Asimismo, la FPF decidió no profundizar más al respecto.
Al faltar tan pocos días para la final contra Brasil y, con el objetivo puesto en que la selección peruana se entrene de manera óptima bajo un ambiente de tranquilidad, en la FPF están vigilantes para que no vuelvan a ocurrir este tipo de circunstancias. El sábado, el equipo trabajará en el estadio Nilton Santos del club Botafogo, esperando que todo se desarrolle con total normalidad.