El FC Barcelona ha empezado LaLiga Santander de manera realmente negativa. La última vez que los culés comenzaron con derrota su andadura en el campeonato doméstico, no terminó nada mal la historia para sus intereses. De todos modos, la situación se antoja muy diferente a lo largo de la campaña 2019-2020.
En aquella ocasión, con motivo del curso 2008-2009, un joven Pep Guardiola asumía el liderazgo del primer equipo azulgrana. Tras dos años en blanco, junto con el añadido del pasillo de campeón al Real Madrid en el Santiago Bernabéu, en un duelo que acabaría con goleada a favor de los blancos, el de Sampedor sucedió en el banquillo a Frank Rijkaard. Sus primeras medidas no tardaron en llegar, ya que tomó la decisión de prescindir de los servicios de Ronaldinho y Deco.
De hecho, su intención era dejar fuera del equipo a Samuel Eto’o, pero, finalmente, el camerunés se quedó un año más en la Ciudad Condal para brillar con luz propia. Pese a sumar un punto de los 6 primeros que hubo en juego, ya que perdió en el campo del CD Numancia y no pasó del empate a uno en el Camp Nou con el Real Racing Club de Santander, el Barça acabaría conquistando el triplete (Copa del Rey, Liga y Champions).
Pese a que cierto sector de la prensa trató de desprestigiar la triple corona culé, especialmente por lo acaecido en la vuelta de semifinales de la Champions con el Chelsea en Stamford Bridge, lo cierto es que el conjunto de Pep Guardiola enamoró a los fieles seguidores del deporte rey. Aquel 2-6 en el Santiago Bernabéu permanecerá para siempre en la retina de la parroquia culé, al igual que un año 2009 para enmarcar con la consecución del famoso ’sextete’.
Sin embargo, el batacazo del pasado viernes en San Mamés con el Athletic Club, propiciado por la obra de arte de Aritz Aduriz, ha hecho que se enciendan las alarmas en Barcelona. ¿Es Neymar la solución? Los culés tienen a su disposición a una amplia variedad de estrellas, pero da la sensación que Ernesto Valverde es incapaz de dar con la tecla para que todos juntos funcionen como una orquesta en la que el director, como es evidente, deberá seguir siendo Leo Messi.
El Barça ha renunciado a su estilo incuestionable desde la llegada del ’Txingurri’, si bien es cierto que con Luis Enrique ya no se apostaba en exceso por la filosofía de toque que implantó en su día Johan Cruyff. ¿Perderá también la buena costumbre para sus aficionados de conquistar LaLiga? La campaña no ha hecho más que comenzar, pero, de momento, ya tiene una desventaja de 3 puntos con el Real Madrid, que ha noqueado 1-3 al Celta de Vigo en Balaídos. ¿Puede este Barça de Valverde recuperar parte de su esencia? El tiempo dictará sentencia.