Ni Lionel Messi ni Cristiano Ronaldo, tampoco Johan Cruyff ni Diego Armando Maradona pudieron. Solo hubo un jugador en la historia del fútbol que fue capaz de jugar tres finales del mundo, consecutivas además, y darse el lujo de salir campeón en dos de ellas (Estados Unidos 1994 y Corea-Japón 2002): el brasileño Cafú. Hablar del ídolo del 'Scratch', de la Roma y del AC Milan es referirnos a un hito del balompié mundial. Porque si uno se pone exigente, en el fascículo de los mejores laterales derechos de todos los tiempos aparecen el argentino Javier Zanetti, el francés Lilian Thuram, los también brasileños Carlos Alberto y Dani Alves, pero están escalones debajo de Cafú. Lo dicen en la tierra de Pelé, donde aseguran que nadie cabalgaba por esa banda como él.
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Sigamos. Formó parte de uno de los mejores equipos desde la génesis del fútbol hasta la actualidad. En ese bolso están, salvo alguna excepción, el Barcelona de Pep Guardiola, la 'Naranja Mecánica' de 1974, el Brasil de 1970 y, sin nada que envidiarle a los mencionados, el Sao Paulo de Telé Santana. En este último Cafú fue amo y señor del carril derecho. Le sobran galones, historias y copas, pero también humildad. Y así lo demostró una vez más. En su visita a Lima, como imagen de la marca Adidas, el brasileño habló de todo con El Comercio y con la misma sencillez con que ridiculizaba a sus rivales cuando arrollaba como un tractor por el costado derecho de la cancha.
-¿Cómo se mantiene la humildad después de que ganó todo en el fútbol?
Toda grande conquista toma brillo cuando uno mantiene sus raíces. Yo recuerdo todo de mi infancia en Jardim Irene. Era un barrio pobre y humilde, con condiciones bastante precarias. Pero ahí aprendes lo que es dedicación y a superarte. Cuando fui campeón del mundo era imposible no recordar todo eso. Hasta ahora lo hago.
Cafú celebrando la Copa del Mundo de 1994. (Foto. Agencias)
-Fue compañero de Batistuta, Crespo, Romario, Shevchenko y Ronaldo. ¿Quién fue el mejor delantero con el que jugó?
Ronaldo, sin duda. Yo conviví con él seis años en la selección brasileña y luego un buen tiempo en el Milan. Él sabía cómo iba a llegar por el sector derecho y yo tenía claro cómo se iba a posicionar. Nos conocíamos muy bien. Todos los que mencionas son grandísimos delanteros, pero me quedo con Ronaldo. También jugué con Romario e Inzaghi, otros grandes goleadores aunque distintos.
Cafú formó parte de un Milan plagado de estrellas. (Foto: Agencias)
-¿Cómo impuso su liderazgo en vestuarios con tantos cracks como con los que jugó?
Es muy fácil. Todos esos brillantes jugadores tenían mucha experiencia, y lo único que querían era ganar. Todos apuntábamos a lo mismo.
-¿Los tres sombreritos que le hizo a Pavel Nedved todavía se lo recuerdan mucho?
Claro que sí. Yo creo que él tampoco lo ha olvidado (risas).
-¿Con qué título de los que ganó se queda?
Cuando levanté el trofeo de campeón del mundo en el 2002 como capitán de Brasil. Es algo que no pudo ser más perfecto.
Cafú el capitán de la selección brasileña que se consagró campeón del Mundial del 2002. (Foto:Agencias)
-¿Y qué se dedica ahora?
Tengo una fundación en donde ayudamos a cientos de niños en Brasil. Pero no es para que puedan ser futbolistas, sino para que reciban educación y puedan insertarse de la mejor manera a la sociedad.
-¿Cuál es la fórmula de Brasil para sacar tan buenos laterales y de forma seguida?
Mucha dedicación y trabajo. Sin embargo, también pasamos mucho tiempo en el que se nos complicó encontrarle un reemplazante a Roberto Carlos como a mí. Pero luego aparecieron grandes laterales como Dani Alves.
-¿El Brasil campeón de Corea-Japón 2002 fue el último en practicar el ‘joga bonito’?
Yo creo que sí, ese fue el último Brasil que dio espectáculo y jugaba bonito. Fue el último Brasil con mejor ataque y mejor defensa, y fue el último Brasil que salió campeón del mundo.
-Fue parte del histórico Sao Paulo de Telé Santana. ¿Aquel equipo fue mejor que el Barcelona de Pep Guardiola?
Ambos fueron cuadros con mucha personalidad para jugar al fútbol y con muchas conquistas respecto a títulos. Para mí son dos grandes equipos que marcaron una época. Están a la par y el Sao Paulo era tan bueno como ellos.
-Jugó la final de la Copa intercontinental 2003 ante Boca Juniors de Carlos Bianchi. ¿Ese cuadro era mejor que este River Plate de Marcelo Gallardo?
Cuando los resultados vienen acompañados de grandes equipos, definitivamente quedan en la historia como esos equipos de River y Boca. Ambos formaron grandes equipos y por supuesto que recuerdo aquella final. Ganamos pero nos costó mucho. Los dos son dos clubes insignias de la Copa Libertadores y le dan mucho trabajo a los equipos brasileños.