Triunfos que lograron emular, aunque con muchos más apuros de los previstos, otros dos de los grandes candidatos, el Manchester United, que derrotó por 1-0 al Astana, y el Oporto, que doblegó por 2-1 al Young Boys suizo.
El Sevilla, indiscutible "rey" del torneo -con cinco títulos-, demostró una vez más que se encuentra como en casa en esta competición, tras saldar su debut en la presente campaña con una convincente y contundente victoria (0-3) en su visita al campo del Qarabag.
Ni el novedoso equipo que alineó el técnico Julen Lopetegui, que introdujo hasta siete cambios en el once inicial con respecto al último partido liguero, mermó el rendimiento del conjunto andaluz, dueño absoluto del torneo.
Y eso que al Sevilla le costó acertar con la portería rival en la primera mitad, una falta de puntería que compensó y con creces en el segundo con los goles del mexicano Javier "Chicharito" Hernández, Munnir El Haddadi y Óliver Torres.
Tres tantos de bella factura entre los que sobresalió el del internacional mexicano, que no desaprovechó su primera titularidad, para reivindicar más oportunidades con un espectacular lanzamiento de falta.
Pero si el Sevilla se maneja a sus anchas en la Liga Europa, no menos a gusto se encuentra en esta competición el técnico del Arsenal, Unai Emery, que cuenta en su palmarés con tres títulos de campeón.
De hecho, el entrenador español ya llevó el pasado curso al equipo londinense hasta la final, en la que los "gunners" cayeron por un contundente 4-1 ante el Chelsea.
Una herida que el Arsenal quiere cerrar con victorias (0-3) como la que logró este jueves en su visita al campo de un Eintracht de Fráncfort, que en nada se parece al equipo que el pasado año alcanzó las semifinales tras la salida de piezas básicas como Ante Rebic, Sebastien Haller o el ahora madridista Luka Jovic.
Circunstancia que Emery aprovechó para dar entrada a jóvenes canteranos como el delantero Bukayo Saka, que tuvo un papel decisivo en el triunfo del conjunto inglés tras firmar el segundo gol y asistir al gabonés Pierre-Emerick Aubameyang en el tercero y definitivo.
Una apuesta por la juventud a la que también se sumó el técnico del Manchester United, el noruego Ole Gunnar Solskjaer, que presentó de inicio un once en el que figuraban hasta seis jugadores menores de 22 años.
Entre ellos, el jovencísmo delantero de tan sólo 17 años Mason Greenwood, que firmó a los 73 minutos el gol de la victoria (1-0) del conjunto inglés, en una magnífica acción individual, que confirmó las magníficas sensaciones que ya había dejado durante los encuentros de pretemporada.
Igualmente sufrido fue el triunfo del Oporto, todo un clásico de la Liga de Campeones, que se impuso por (2-1) al Young Boys suizo con un doblete del delantero brasileño Francisco "Tiquinho" Soares.
No obstante, los "dragones" tendrán que mejorar notablemente sus prestaciones si quiere cumplir con el papel de favorito con el que arranca esta Liga Europa por tradición y por plantilla.
Una condición de aspirante que sí dejó clara el Roma, que se impuso por un claro 4-0 al Estambul Basaksehir, sobre todo, si el joven atacante Luca Zaniolo, de 20 años, mantiene el excelente nivel que mostró este jueves ante el equipo turco.
Y es que Zaniolo no sólo volvió a demostrar su velocidad y desborde en la jugada que propició el segunto tanto del conjunto romano, que firmó el bosnio Edin Dzeko, sino su precisión en el remate en el tercer tanto del cuadro italiano.
Peor le fue a su rival capitalino, el Lazio, que cayó por 2-1 en su visita al campo del Cluj rumano, en un choque en el que ni el tanto inicial del angoleño Bastos sirvió a los de Simone Inzhagui, en un encuentro en el que los italianos echaron en exceso de menos a su goleador Ciro Immobile.
Terna de candidatos en la que también quiere incluirse, que con el recuerdo de los cuartos de final que alcanzó en 2018, regresó este martes a la Liga Europa con un triunfo (1-0) sobre el Trabzonspor turco.
Un solitario tanto de Ángel, que estableció a los 18 minutos el definitivo 1-0, puso la sonrisa a un Getafe, al que ni los nueve cambios introducidos por José Bordalás en el once inicial, le borró la imagen de equipo serio y rocoso a la que acostumbra.
Peor sabor de boca dejó el retorno a las competiciones europeas del Espanyol, finalista de la Liga Europa en el año 2007, tras ser incapaz de pasar del empate (1-1) en casa con el Ferencvaros húngaro, que se adelantó en el marcador con un gol en propia meta de Javi López a los diez minutos.
Desafortunada acción que obligó a los blanquiazules a un extraordinario esfuerzo que se quedó finalmente sin premio, tras tener que contentarse con tan sólo un punto, gracias al gol del empate del argentino Matías Vargas a falta de media hora para la conclusión.