El Espanyol ha arrancado la temporada con serias dudas en el ámbito colectivo. La negativa situación en LaLiga Santander, dado que es penúltimo con 5 puntos, ha provocado la destitución de David Gallego. Pablo Machín, viejo conocido de Girona y Sevilla, ha sido el elegido para asumir el reto de enderezar el rumbo del proyecto blanquiazul desde el banquillo.
Uno de los fichajes más ilusionantes de los pericos durante el pasado periodo estival fue el de Fernando Calero. El central, proveniente del Real Valladolid, demostró con creces en el cuadro pucelano ser un jugador más que solvente en la retaguardia. Un auténtico líder, siendo una de las principales razones para que los pupilos dirigidos por Sergio González certificasen la permanencia en Primera División.
Esto provocó que el Espanyol tomase la decisión de apostar por Calero, de 24 años. El de Boecillo está experimentando serias dificultades para adaptarse a la entidad de Barcelona, si bien es cierto que el ambiente tampoco está siendo el más idílico con motivo de la tesitura que están afrontando los catalanes. ¿Será capaz de mejorar su rendimiento individual y, por ende, el colectivo?
Calero ha participado en 7 de las 8 jornadas que se han disputado hasta la fecha en la categoría de oro del deporte rey a nivel nacional. De hecho, su única ausencia fue obligada por la expulsión que sufrió, precisamente, frente al Real Valladolid. Además, le lastró en demasía el error cometido en la derrota del Espanyol en casa contra la Real Sociedad. Aun así, no cabe duda que tarde o temprano tirará de galones y evidenciará que los pericos acertaron de pleno con su fichaje.