En 1980, Barcelona le puso fin a una sequía de nueve años sin títulos y el nombre de José Tamariz Crespo estará siempre ligado a ese éxito. Presidió al club en un momento histórico que revalidó al año siguiente, al conseguir el segundo y último bicampeonato canario. Se fue del club con una reputación fortalecida y con el derecho ganado de opinar, elogiar y criticar a sus sucesores. Con este Diario el empresario habló de las elecciones que se avecinan, qué está mal y bien, según su criterio, en cuanto a José Francisco Cevallos, quien aspira a la reelección, y Carlos Alfaro Moreno, los candidatos.
Las elecciones serán el próximo 19 de octubre, ¿a quién le dará su voto?
Apoyaría al presidente actual (Cevallos) porque creo que si llega a ganar Alfaro Moreno, que es parte de la historia deportiva del club, habría un ligero conflicto de intereses en lo que hace como negocio y el compromiso que tiene el club. Eso no me parece coherente. Pero si él dejara su academia, o la pone al servicio de Barcelona, no vería conflicto. Recomendaría que de esa responsabilidad se desprenda, o que ponga a manejar eso (las formativas) a otra persona que no sea él, como (eventual) presidente de la institución.
Pero Alfaro Moreno dice que las academias son 100% de Barcelona.
Eso es fácil probarlo, que lo pruebe. Yo no he sabido que un jugador de la academia Alfaro Moreno haya sido traspasado a Barcelona, o que haya sido transferido a otro club y haya dejado resultados monetarios importantes.
En entrevista con este Diario, Cevallos dijo que no sabe cuánto recibió Alfaro Moreno por ceder las academias a Barcelona y que el acuerdo comercial lo decidió el directorio. ¿Es lógico que el presidente del club no sepa cuánto recibió su vicepresidente?
Esto no puede ser posible. Cuando fui dirigente estaba enterado hasta del último centavo que se gastaba en Barcelona. Eso es una falla. Está montada una superestructura administrativa para manejar el equipo, para dar cuentas, pero (Cevallos) no sabe si el club debe $ 30 o $ 50 millones. Si no lo sabe el presidente, no lo sabe el directorio, entonces ¿quién lo sabe? Debe haber cuentas claras y chocolate espeso. Yo, como directivo, no me haría cargo de una institución si las cuentas no están claras. El directorio es un ente de decisiones corporativas, pero el manejo del presupuesto y de las cuentas las tiene el presidente de Barcelona.
¿No cree que Cevallos debió revelar el acuerdo comercial de Alfaro y sus academias con Barcelona hace cuatro años, no ahora?
Por supuesto. Un convenio de esa naturaleza merecía ser conocido por el directorio y analizado y conocido por los diferentes estamentos corporativos del club.
En Barcelona hay que corregir la falta de actitud y compromiso deportivo. Hay que estar a la altura de lo que representa el club en la historia
Siendo Alfaro Moreno el vicepresidente deportivo, ¿no habría sido mejor abstenerse de ese acuerdo comercial por el probable conflicto de intereses?
Hay formas para poner las cosas en un punto en el que no haya conflicto de intereses. Yo no lo descalifico (a Alfaro) por haber sido dueño de una academia de formación de futbolistas. Impedimento para que sea presidente del club no es. Pero el convenio debió ser aclarado por el directorio, reglamentado en el estatuto, para que no ponga en mala situación a quien estuvo vinculado al club que después se convirtiera en directivo.
¿Qué le pide como expresidente campeón al candidato ganador?
Debe ponerse un orden en las compensaciones (sueldos) y en el fichaje de jugadores. No puede haber un contrato que obligue a la institución a cumplir con el futbolista, pero que no obligue al deportista a rendir y cumplir con el club. Esto no lo acepto. Cuando lo recomiendo, me dicen que la FIFA no lo permite, pero la FIFA no tiene nada que hacer en la racionalidad de los contratos que firma un club, porque cuando hay que pagar (los contratos), la FIFA no le viene a dar dinero a Barcelona para eso. No es una situación lógica ni aceptable que la institución pague sueldos de $ 40.000 mensuales, tenga a jugadores sentados en el banco cobrando y no pase nada (con ellos). No es posible tener futbolistas con latisueldos y que no juegan. Hay futbolistas menos compensados y son los que se sacan el aire en cada partido. Es necesario un escalafón lógico de salarios.
¿Hay que enfocarse más en las menores para no repagar por futbolistas?
Así es. Si se hace una comparación entre lo que pasa en Independiente del Valle y en Barcelona nos preguntamos: ¿por qué no podemos hacer algo como Independiente? En mi tiempo tuvimos dos equipos juveniles, uno en la Asoguayas y otro en el campeonato de Fedeguayas. De uno de esos salieron Hólger Quiñónez, Carlos Morales, Jimmy Izquierdo (fallecido), (Jimmy) Montanero. En mi época invertimos en las divisiones menores $ 100.000 y años después Hólger fue vendido a Brasil (Vasco Da Gama) en $ 300.000. Lo que se hace en divisiones menores no es un gasto, sino una inversión. Los futbolistas formados en el club van a sudar la camiseta y van a jugar con otra actitud.
Usted es uno de los que pidió la auditoría y pagarán por ella. ¿Qué esperan encontrar? ¿Ya recibieron documentos del Barcelona?
No conozco cuáles son las últimas noticias. La auditoría nos debe dar los resultados verificables y confiables de las cuentas. No queremos que nos digan ‘no sabemos de cuánto es la deuda’, sino ‘esto es’ y que eso quede certificado.
Ser presidente de Barcelona no es fácil. Quien aspire a serlo debe tener toda la responsabilidad y obligación que el cargo demanda
Usted se inclina por José Cevallos, ¿qué debería cambiar si es reelegido?
Tomar un control severo en el manejo de los dineros de Barcelona, que haga filtros más severos en la contratación de futbolistas porque no puede ser que cuando se van los jugadores que no han rendido, el que sale perdiendo es Barcelona y no el futbolista. No quiero mencionar nombres, pero supe de un extranjero que ganaba como $40.000 en Barcelona y estuvo banqueado como seis o siete meses, pero cuando se fue reclamó como $ 1 millón. Los contratos deben ser equitativos, pero la equidad no es dejar que el jugador se eche al abandono y no rinda. El futbolista debe tener obligaciones en su rendimiento.
Según Cevallos, hace 30 años los políticos ligados a Barcelona gestionaron la construcción del estadio. Dijo que siempre hubo nexos con la política, pero que lo malo sería usar a Barcelona para lograr un cargo público. ¿Qué opina?
No estoy de acuerdo con eso. A mí un partido político me propuso ser candidato a prefecto y lo que les respondí fue: lo siento, soy presidente de Barcelona. Me contestaron: ‘¡Por eso es que te buscamos, porque tienes un rating alto. Les aclaré que llegué a Barcelona por amor a mi club y para servir a mi institución y lo cumplí. Quien aspire a ser presidente de Barcelona debe tener toda la responsabilidad y obligación que ese puesto demanda. Este cargo no es fácil. Me atrevo a decir que en ciertos momentos presidir a Barcelona es más difícil que ser presidente de Ecuador. Si Barcelona pierde la hinchada reclama, pero si usted es presidente de la República y lo hace mal lo botan, pero no he sentido tanto dolor como lo sienten los aficionados cuando el equipo pierde. Barcelona es una responsabilidad muy grande.
¿Qué análisis hace del Barcelona actual?
La directiva actual tiene más recursos de los que había cuando nosotros estábamos en la dirigencia. En mi tiempo manejábamos un presupuesto de $ 500.000 a $ 600.000 y ahora es de $ 30 millones. No hay forma de comparar lo que rendía en ese tiempo como equipo Barcelona y lo que rinde hoy. El equipo está en deuda con la afición, la hinchada que tiene Barcelona no la tiene nadie en Ecuador. Está fallando como institución porque las instituciones son el resultado de lo que son y hacen las directivas. (D)